Anthony Ríos y Sergio Vargas: Un junte que obliga a nuevas funciones.

Anthony Ríos y Sergio Vargas, juntos en el concierto.

Redación de Entretenimiento - Listín Diario

Santo Domingo
Anthony Ríos y Sergio Vargas protagonizaron el viernes un concierto que le valió el pase para ser repetido. Ellos pusieron de manifiesto por qué son dos íconos del merengue y la balada.

En el salón La Mancha del Hotel Barceló Santo Domingo (que estuvo a toda capacidad y donde hubo que habilitar mesas y sillas hasta en los pasillos y pista de baile) estos dos “locos” dejaron en los presentes las expectativas satisfechas, al punto que motivaron a los productores a realizar una reposición del show para el viernes 7 de noviembre.

Desde dos días antes todas las entradas estaban vendidas y la demanda de boletas aseguraba una nueva función.

Al filo de las 11 de la noche sube al escenario Sergio con su banda y su ya acostumbrado parlamento con el público entre canciones y el desenfado natural con que aborda cualquier tema.

Los ánimos comienzan a caldearse y Vargas llama a “su hermano de Villa” a tarima.

Con muchas libras menos y más potente voz, el “Señor Sentimiento” se adueña de los asistentes. Otra vez su carisma desentraña recuerdos encontrados en lo profundo de corazones enamorados. Una tras otra llegan sus canciones. Entonces Ríos llama a Sergio y comienza “La Sabrosa Locura”.

Cuentos, anécdotas y pícaras vivencias infieren las complicidades de largas noches, mujeres y vinos compartidos en las interioridades de sus fincas en la villa querida. Inspiraciones de Anthony cantadas por Sergio y situaciones de Vargas motivadas por Ríos se suceden para llegar a “La palabra perdón” y “Cómo es posible”, dos de las composiciones del “gordo” que grabara “El Negrito”.

A partir de ese momento la madrugada adquiere ribetes de fiesta al compás de merengue y termina con la gente bailando y tributando de pie un homenaje a estos “locos con mucha suerte”.