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14/7/14 Post By: Ramón Pastrano, WebMaster

El Caballo y Anthony abarrotaron La Mancha.


Jandy Ventura dirigió la banda que hizo bailar a los presentes. Anthony baja de peso.

Alfonso Quiñones - Diario Libre
SANTO DOMINGO. Medio siglo después de que Johnny Ventura impusiera otra manera de ver la vida dominicana, a través del merengue, la leyenda no se detiene.

La noche del sábado, él y Anthony Ríos (con 70 libras menos: "Aún tengo que rebajar como 35"), abarrotaron el Salón La Mancha del hotel Barceló Santo Domingo (antiguo Lina, valga la coletilla), con un público más que cómplice, accionista de la alegría criolla.

Merenguero hasta la tambora y Amorío, abrieron la noche donde no faltaron boleros en la voz de El Caballo, como Desdén, Toda una vida (con declamación incluida -como en aquellos tiempos- del poema "Reto", de Pedro Flores) y Obsesión. Luego saltó al hoy con La rubia, el tema que abrió una nueva etapa, y desembocó en El viejo 'ta en la calle.

Luego Cuanto tú estás cerca de mi, bolereó con Resumen, y estrenó Carita dulce. Narró cómo llegó Anthony al Combo Show, y lo invitó a tarima, para fundirse ambos en un abrazo.

Ríos, entre remembranzas y anécdotas que provocaban carcajadas, arrancó con Pudiera ser, A tu orden, Viejo amigo, Una noche no es bastante, Si entendieras, Estás donde no estás, Imaginación, Porque te espera, Comprender más, Señora y no paró hasta Fatalidad.

Anthony Ríos, a pista limpia durante toda su presentación, se integró a la banda dirigida por Jandy Ventura, y junto a El Caballo ("mi padre musical", había dicho el propio Anthony) interpretó el merengue Cañabrava, de aquellos tiempos de cuando tenía 20 años, y era joven y bien parecido y hacía maldades, algunas de las cuales narró en el concierto que Raphy D'Oleo, una vez más, produjo con dos leyendas que no cesan.

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