Fábulas de Esopo por José Antonio Aybar F.
¿Qué Pasa? - El Nacional
Testigo
Escrito por: José Antonio Aybar F. (aybarjo@gmail.com /@testigo)
La zorra y el leñador
Una zorra perseguida por unos cazadores se acercó a un leñador y le pidió un lugar donde esconderse. El leñador le señaló su cabaña y le aconsejó que entrara en ella.
Cuando los cazadores llegaron y le preguntaron si no había visto por allí una zorra contestó que no, pero señaló con su dedo el interior de la cabaña. Los cazadores, no entendieron lo que quería significar con el ademán y se retiraron.
La zorra, en cuanto los vio alejarse salió de su escondite y, sin decir palabra, se dispuso a marchar.
El leñador la llamó y le reprochó que después de haberle salvado la vida se fuera así, sin pronunciar ni una sola palabra de agradecimiento. La zorra lo miró y repuso:
–Si tus gestos y tus acciones hubieran estado acordes con tus palabras te habría quedado agradecida para toda la vida.
No niegues con tus actos, lo que pregonas con tus palabras.
El león apresado por el labrador
Entró un león en la cuadra de un labrador, y éste, queriendo cogerlo, cerró la puerta. El león, al ver que no podía salir, empezó a devorar primero a los carneros, y luego a los bueyes.
Entonces el labrador, temiendo por su propia vida, abrió la puerta.
Se fue el león, y la esposa del labrador, al oírlo quejarse, le dijo:
-Tienes lo que buscaste, pues ¿por qué has tratado de encerrar a una fiera que más bien debías de mantener alejada?
Si compites con los poderosos, prepárate bien o saldrás malherido.
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