Licencia para delinquir. Joseph escribe sobre el pirateo de Lotoman.

ARTE NACIONAL
Joseph Cáceres - El Nacional
Que la película Lotoman se esté vendiendo en la calle pirateada, libremente, antes de su estreno en las salas de cine, es una verdadera vergüenza.
Los piratas ni siquiera esperaron su proyección regular para poner de relieve su infame proceder.
Archie López, y la gente de Panamericana Films, deberían investigar y tratar de determinar quién de su personal es el autor del fraude, porque de ninguna manera éste sería posible sin que alguien, con acceso a ese material, lo hubiera podido filtrar con propósitos aviesos.
No es posible que se continué permitiendo que inescrupulosos sean los que se estén beneficiado del esfuerzo y de las inversiones millonarias de quienes apuestan al cine criollo.

Ahora bien, el que la piratería se haya adelantado con una película de Archie López no es casual, pues la pasada, "Cristiano de la Secreta", llevó casi medio millón de personas a las salas, una cifra que superó a la lograda por la mega producción "Avatar", la cinta más taquillera n la historia del cine.

Los piratas, por lo visto, no son tontos, y saben donde "hay negocio".

Sobre todo, "a ese precio", sin invertir un centavo en una película.

Lo grande del caso es que nada se hace con apresar a los "mochileros", (así les llama aquí a los vendedores de CD y DVD piratas, porque andan con ellos en una mochila, mientras que en España les dicen "sabaneros", porque despliegan la mercancía sobre una sábana en las calles).

Y digo esto, porque recientemente estuve en la fiscalía, en el departamento que se encarga de ese tipo de delito. Tienen, en una esquina. el piso lleno de productos pirateados, que son "el cuerpo del delito".

Y los "mochileros" que los comercializan, que fueron apresados en la calle en flagrante delito, todos en libertad.

Dicen los fiscales que generalmente los afectados no se presentan a sustentar la querella en contra de los piratas.

Que los jueces los sueltan alegando que son "humildes padres de familia". Una expresión con la que en el país se le da "patente de corso", y licencia para delinquir a los "agentes 009".