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7/9/10 Post By: Ramón Pastrano, WebMaster

Yaqui Nuñez una bujía olvidada.

Por Bolívar Balcacer - Martillo y Clavo
“De ingratos está el mundo lleno”, Francisco de Quevedo, el poeta español, lo decía de otra manera: “Quien recibe lo que no merece pocas veces lo agradece”; pero Dale Carnegie, nos comparte un lema que consideramos bien oportuno: “Esperar gratitud de la gente es desconocer la naturaleza humana”.

José Martí, cuando estaba preparando la Guerra de Independencia, le escribió una carta a Máximo Gómez en la que le decía estas palabras: “Yo ofrezco a usted, sin temor de negativa, este nuevo trabajo, hoy que no tengo más remuneración que brindarle que el placer de su sacrificio y la ingratitud probable de los hombres”.

¿Creía el Apóstol, en efecto, que la ingratitud es un común comportamiento humano?, muchas veces escuche al Dr. Balaguer decir mientras más conozco los hombres más amo a mi perro, desde ayer tengo a Yaqui Nuñez en mi mente, he pasado toda la noche cuadrando este comentario porque me encontré con unas fotos de Yaqui donde aparece Fernando Villalona que me impactaron.

 

Hoy al pasar revista a la historia me remonto a los tiempos de gloria del mago de las palabras, del paladín del orgullo de la comunicación dominicana, de aquel hombre de verbo florido y palabras sueltas que impactaron al más rudos de los mortales, recuerdo cuando le tocó presentar junto al Méxicano Raúl Velasco y agigantarse en el escenario mundial, cuando demostró su calidad en el desaparecido programa español 300 millones, en fin Yaqui siempre fue y será el Rey de Reyes en el arte del buen hablar.
Yaqui fue ejemplo de sabiduría, de humildad y de sencillez, el hombre que no alardeaba de sus conocimientos, ni el ego llegó a arroparle, el ejemplo de educación en los medios audiovisuales, el irrepetible, el que no usó el microfono para pronunciar palabras descompuestas que laceraran el orgullo nacional.

Terrible fue aquella tarde del 3 Diciembre del 2008 leer en internet la noticia de que había sufrido una trombosis, a partir de ahí el tiempo ha ido corriendo y los que un día dijeron ser sus amigos prácticamente se han olvidado del gladiador que abrió las puertas al éxito a muchos, poco se sabe de su estado de salud, salvo uno que otros videos que aparecen en Youtube.





Don Ulises Polanco a principio de la década del 90 en una reunión que sosteníamos en el Hotel Matúm para tratar el asunto de la programación de Navidad de Teleuniverso, usó unas fuertes palabras para dirigirse a un comunicador vigente aún que se creía la ultima cocacola del desierto, recuerdo que el genio de la sabiduría de Santiago le dijo "bájese de ahí que las estrellas solo están en el cielo, cuando la cámara se apaga ya Ud.. no es nadie", hoy recuerdo aquella amonestación de mi viejo y caro amigo y la asocio con la situación de Yaqui, al no tener el poder del micrófono pocos se interesan por él, por su salud y por su futuro.

Situación similar se siente con otro caro amigo Felix Vinicio Lora, al ver esos cuadros y el de otros colegas olvidados, Daniel Díaz Alejo, Rafael Corporán de los Santos, José Joaquin Pérez, Novel Alfonso, Bueno Torres, Jiménez Maxuel y otros tantos, me doy cuenta cuan ingrato somos en este medio de oportunismo y de chantajes.

Hay que reconocer que la ingratitud suele ser una distorsión del carácter. Hay gente que no agradece porque es mala. Los envidiosos, los avariciosos, los orgullosos – y pudiéramos alargar la lista -, son ingratos porque en el corazón no le caben virtudes, ya que lo tienen lleno de vicios. Diderot puso de manifiesto su cinismo cuando dijo que “la gratitud es una carga y las cargas se hacen para que nos las quitemos de encima”.

“Si recoges a un perro hambriento y lo alimentas, nunca te morderá; esa es la diferencia entre un perro y un hombre”, decía Mark Twain. Es cierto que la ingratitud es un deterioro de nuestra humanidad, una mancha en nuestro carácter, un peligroso déficit en nuestra personalidad. Lamentablemente hay muchas personas que no son conscientes de esta realidad.

Hoy quiero agradecer a Yaqui todo lo hermoso que hizo a favor del país, todos los aportes para el bien de muchos, gracias maestro por ser ejemplo aunque sientas la soledad llegar a ti, gracias por la gallardía de mantenerte firme aunque tu voz no se sienta ya, gracias por existir y con tu ejemplo permitirnos ver el espejo de tu alma.

Permítanme terminar con esta parábola como ejemplo de la solidaridad.

Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarlo". "Permiso denegado", replicó el oficial. "No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto".

El soldado, haciendo caso omiso de la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo. El oficial estaba furioso: "¡Ya le dije yo que había muerto! ¡Ahora he perdido a dos hombres!
Dígame, ¿merecía la pena salir allá para traer un cadáver?" Y el soldado, moribundo, respondió: "¡Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: “Juan... estaba seguro de que vendrías.

Hasta nuestro próximo comentario
Videos tomados de Youtube

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