Detrás de un cartón huevos.

Trayectoria. Con la planta matriz en Venezuela y otras en Centro y Suramérica, la empresa ya tiene 40 años en la distribución y fabricación de cartones de huevos.


Yaniris López
yaniris.lopez@listindiario.com
Santo Domingo Norte

Cuando estudiantes y otros visitantes entran a la planta, su primera impresión viene en forma de pregunta: ¿es necesario un espacio tan grande para producir un simple cartón de huevos?

Pero a medida que avanzan por la nave y conocen el proceso de fabricación terminan convencidos de que detrás de ese cartón de huevos se esconde una de las más inspiradoras historias del reciclaje en República Dominicana.

Se llama Moldeados Dominicanos S.A. (Moldosa) y es la única empresa que se dedica a la fabricación de cartones de huevos y portavasos para comida rápida en el país. Es una empresa de capital venezolano que en el 2000, tras muchos años supliendo el mercado local desde fuera, decidió instalarse y fabricarlos aquí. La producción comenzó en el 2001.

El proceso es simple. Moldosa fabrica los cartones de huevos a partir de la pulpa moldeada que resulta de reciclar papel y cartón.

Como materia prima usan papel periódico y de oficina, revistas y cartones.

“Todo lo que contenga papel que no sea servilleta ni papel de baño”, explica a LISTÍN DIARIO Nelson García, encargado de materia prima y del proyecto de reciclaje de Moldosa.

Para su elaboración utilizan la fórmula 70-30: un 70 por ciento de papel periódico y un 30 por ciento de otros papeles.

Tras un proceso de depuración, el papel es llevado al área de pulpeo, una especie de licuadora gigante que en tres minutos transforma su contenido en una masa gris o pulpa moldeada.

“Esa pulpa moldeada no es más que el papel ligado con agua”, explica García.

¿Cuánto de agua? Seis metros cúbicos por cada 400 kilos de papel.

De la mezcladora, la pulpa pasa a un tanque gigantesco y de ahí a la moldeadora, donde, usando un sistema de soplado, moldes de bronce absorben la pulpa y la convierten en el característico cartón.

Tras seis minutos en el horno, el cartón está listo para salir a la calle y suplir la demanda de los avicultores dominicanos. Todo este proceso, desde que el papel entra a la pulpeadora y sale del horno, se toma apenas 12 minutos.

El resultado, sin embargo, es un cartón resistente y biodegradable realizado con material que estaba destinado a la basura.

Producción
Moldosa recicla diariamente 11 toneladas de papel, con las que fabrica, también diariamente, 1,300 paquetes de 140 unidades de cartón de huevo, para un total de 182,000 unidades diarias.

Cada cartón (con capacidad para 30 unidades) mide aproximadamente 6 x 5 pulgadas y pesa 56 gramos.

Aquí las máquinas no paran nunca. En la empresa se trabaja 24 horas, todos los días. Entre ingenieros, mecánicos y electricistas industriales, apiladoras, maquinistas, preparadores de pasta y apiladoras, 123 empleados se distribuyen en tres turnos un trabajo que, ya de cerca, se ve menos complicado.

Su mayor proveedor
Imprentas, editoras, juntas de vecinos, escuelas y personas les suplen el papel que necesita Moldosa para elaborar los cartones. Pero no siempre fue fácil conseguirlo. Los primeros cinco años estaban solos en el negocio del reciclaje, pero a medida que más empresas e instituciones se involucraban, se les complicó conseguir la materia prima.

“Entre 2006 y 2009, la crisis de papel fue tan grande que teníamos que traer 300 toneladas de papel del extranjero, mensualmente. Traíamos entre 15 y 20 contenedores”, recuerda García.

Es entonces que, a través del Centro para el Desarrollo Agropecuario y Forestal Inc. (CEDAF), conocen el programa ¡Yo reciclo!, un proyecto social del banco Popular que promueve el mensaje de las 3R (reducir, reutilizar y reciclar) en los centros educativos del país con el apoyo del CEDAF. Así, además de educarse en temas ambiéntales y de recibir incentivos por parte del Popular, los alumnos de estos centros se convierten en suplidores de insumos para empresas recicladoras como Moldosa.

“Nos convertimos en aliados y a finales del 2009, con la colaboración de 200 centros (cien de estos en Santo Domingo), colectamos 90 toneladas de papel en cuatro semanas”, cuenta García. En la segunda versión del programa, y ya con el apoyo de centros educativos de Santiago, la colecta se elevó a 116 toneladas.

UN POCO DE ¡YO RECICLO!
Magda Flo Gracias a ¡Yo reciclo!, Moldosa pasó de importar papel a exportarlo. Actualmente, dice Nelson García, envían toneladas de papel al extranjero.

“Este aliado ha sido la base principal para que esta empresa exista, porque para Moldeados Dominicanos lo principal es esa materia prima. El papel terminará de todas formas en el vertedero, lo importante es darle un uso adecuado”.

Para mediados de mayo de 2014, al finalizar la quinta versión de ¡Yo reciclo!, los centros escolares que formaron parte del programa recolectaron 211,000 kilos de papel y plástico. Esta cifra representó un crecimiento de un 31% con relación al año anterior. Participaron más de 100 centros de Santo Domingo, La Vega, Moca y Santiago.

Medio ambiente
García resume un poco el compromiso que ha asumido Moldosa en la protección del ambiente.

La empresa, dice, fue la primera en utilizar gas natural con fines industriales en República Dominicana en 2007. En 2009 instalaron una planta de tratamiento de agua y en 2010 una planta de vapor.

Tampoco usan químicos. Solo en tiempos de lluvia, debido a la humedad, usan una especie de encolante para endurecer el cartón y evitar filtraciones en caso de que el huevo se rompa.

Y sí, se gasta energía, admite García, “pero nosotros generamos nuestra energía con gas natural y no emitimos humo porque, con nuestro sistema de cogeneración, los gases que bota mi generador lo usamos en el horno. Así gastamos menos combustible”.

Estos programas de protección ambiental le valieron dos menciones el año pasado dentro del II Premio Nacional a la Producción más Limpia, en las categorías “Energía” y “Empresa más limpia”.