Libro de autoyuda enseña a sobrevivir en el mundo con los códigos de 50 Cent.

Foto: AFP

"La Ley 50" recoge las normas que el rapero aprendió en sus años en la calle y el mundo del crimen, y que hoy aplica en la industria de la música.

Hasta hace algunos años, el hombre de esmoquin en la foto se dedicaba al tráfico de drogas. ¿Cómo salió de eso? ''La Ley 50'' resume las claves.

Emol
SANTIAGO.- En la era moderna, el referente indiscutido (para bien y para mal) es Paulo Coelho. Entre los "clásicos", quizá Khalil Gibran. A ellos se suma toda una corriente de autores que provienen de diversas especialidades, como la psicóloga chilena Pilar Sordo, o que apuntan a otras, como Spencer Johnson, norteamericano que escribió el libro "¿Quién se ha llevado mi queso?" pensando en el mundo de las empresas, pero que a la postre se transformó en un bestseller mundial.

Es la llamada literatura de autoayuda, uno de los géneros más resistidos dentro de las letras, pero a su vez uno de los más exitosos en ventas, y que ahora tiene a un nuevo e inesperado exponente entre sus filas: Nada menos que 50 Cent.

El rapero norteamericano es una especie de autor "indirecto" de un libro que en realidad escribió Robert Greene, un periodista y literato que derivó en la autoría de diversos manuales para la vida cotidiana, entre ellos "El arte de la seducción" y "Las 48 leyes del poder".

Greene prácticamente se obsesionó con el artista nacido como Curtis James Jackson, a quien siguió a sol y a sombra durante más de un año. Los dos estaban convencidos de que de esa convivencia saldría un nuevo proyecto editorial, pero no sabían cuál. Hasta que Greene observó cómo 50 Cent se desenvolvía en todos los niveles bajo las leyes que aprendió en sus años de calle y de sobrevivencia en el mundo del crimen.

Quedó maravillado, y en su observación descubrió patrones de conducta estables que se podían sistematizar y describir. Y entonces el proyecto editorial quedó definido: Sería un libro con las leyes que rigen la acción en el mundo de 50 Cent, el mismo que ahora llega en su edición en castellano a las librerías chilenas bajo el nombre "La Ley 50" (Océano, $8.200), y que aunque fue escrito por Greene, cuenta con la firma de ambos. Ello porque, aunque el periodista pusiera la pluma, el orden, el análisis y las explicaciones, fue el rapero quien facilitó la matriz de contenidos.

Ésta queda establecida en diez capítulos que vendrían a ser las leyes, y en los que además hay diversos "artículos" que otorgan variantes a esas leyes estructurantes. Todas se basan en el pensamiento de 50 Cent, aunque son matizadas con máximas provenientes de diversos ámbitos.

"Al escribir sobre diversos participantes de juegos de poder en la historia, desarrollé la teoría de que su éxito podía atribuirse, casi siempre, a una habilidad o cualidad excepcional que los distinguió de los demás. (...) Luego de observar a Fifty y hablar con él de su pasado, concluí que la fuente de su poder era su valentía", explica el autor.

Valentía que, por cierto, deviene sobre todo de los años que el rapero pasó dedicado al tráfico de drogas, lidiando y compitiendo con una amplia gama de personajes sin escrúpulos ni consideraciones. Pero esa valentía no se manifiesta en afrentas ni intimidaciones: "Su audacia se muestra en sus hechos y actitud. Ha visto y vivido demasiados encuentros peligrosos en las calles para que le perturbe algo en el mundo corporativo. (...) Salido de un medio en el que no esperaba pasar de los 25 años de edad, siente que no tiene nada que perder, y esto le da un poder inmenso".

Los diez códigos del enfoque 50 Cent son "realismo absoluto", "independencia", "oportunismo", "impulso calculado", "agresividad", "autoridad", "contacto", "maestría", "fe en ti mismo" y "lo sublime". Y aunque algunos suenen pisando límites delgados, no hay apologías a la violencia, pese a que nunca se niega el origen de diversas técnicas en la escalada "sobresaliente" que el rapero experimentó en el mundo del tráfico, donde se propuso ser el mejor.

Y lo logró, destaca el libro, que también resalta una determinación tanto o más radical, como fue la de dejar el crimen, cosa que muchos pagan con la vida en el mundo de las mafias norteamericanas. O sea, hasta los más rudos y hambrientos de éxito a cualquier costo, tienen su lado amable (no olvidemos que esto es autoayuda, pues).
Por Sebastián Cerda, Emol