Fausto Mata: “No sé si soy merecedor de tanto cariño”.

¿Qué Pasa? - El Nacional
Fausto Mata cuenta su historia de amor junto a Celinet, demostrando que la base de la estabilidad está en la valoración, tolerancia y el respeto

Escrito por: Miguelina Terrero (miguelinaterrero@hotmail.com)
Mientras Celinet resalta lo importante que ha sido para la estabilidad de su relación el buen trato y respeto que le da Fausto Mata, el humorista parece sentir todavía, como el primer día, el cariño que le refleja ella en su mirada.

Están casados desde hace 7 años, tienen dos hijos y otro en camino, y parecen conocer la manera adecuada de tratarse, basada en valorar las cualidades de cada uno, tolerar, adaptarse, poner de su parte para la formación de sus hijos y establecer sus prioridades.

“Lo primero que me gustó fue su forma de hablarme, cómo me trataba y que siempre fue muy respetuoso. Nunca me habla mal, ni me ha levantado la mano”, dijo Celinet Pujols, quien tiene tres meses de embarazo. Confiesa que nunca sospechó que Fausto llegaría tan lejos, y que por su timidez es lo único a lo que le ha costado un poco de trabajo adaptarse, pero lo ha ido logrando poco a poco. Los mismos ojos bellos que Fausto le piropeaba cuando apenas se conocían, siguen siendo la admiración del humorista que al describirla dice que “todavía después de 7 años de casados me mira con tanto cariño que no sé si soy merecedor de el. Se queda fija y me mira con los mismos ojos, cuando mis hijos me miran percibo la misma mirada de ella”.

Ella es la cabeza y administradora
Fausto reconoce en su esposa, a la mujer llena de responsabilidades de la que se enamoró desde que la vio. Es -dice- seria en extremo, disciplinada, muy metódica, busca que todo se haga por la raya, “tiene todo lo que yo no tengo”, expresó entre risas. El también actor agradece que Celinet se haya quedado con él aún con sus errores, habiendo sobrepasado muchas cosas para lograr la estabilidad de la que hoy disfrutan.

“Estoy contento y orgulloso de la manera en que ella cría mis hijos, yo paso mucho tiempo en la calle por mi trabajo y cuando llego me encuentro con unos niños que me respetan, ella es la cabeza y lo hace muy bien”.

Un Apunte
Había una vez…
Este amor tan firme, inició cuando Fausto se mudó por el mismo sector en el que vivía Celinet. En varias ocasiones cuando ella cruzaba por algunos lugares escuchaba que alguien le decía: “Adiós ojos bellos”, sin que pudiera ver quién la piropeaba. “Yo quería saber, pero con hipocresía miraba para el otro lado, hasta que un día me lo dijo de frente”. Una tarde, en un centro de internet, conversaron y él comenzó a hacerle cuentos, así iniciaron un trato más de cerca que los llevó a tener amores escondidos por un tiempo, para luego comenzar una relación formal que terminó en matrimonio.