Un año de retos para el entretenimiento.

Los conciertos, principalmente de estrellas internacionales, mantuvieron  el buen ritmo en el 2012. (Fuente Externa)

José Nova y Etzel Báez - El Caribe
El arte y el espectáculo nacional inician un nuevo año cargados de retos en medio del escepticismo ante el impacto negativo que podría generar la nueva reforma fiscal y la crisis a nivel mundial en áreas productivas del país.

En el caso de la industria cinematográfica, el esfuerzo por salvaguardar esta importante área del entretenimiento, que cosechó nueve películas dominicanas en el 2012, será uno de los principales renglones a tomar en cuenta.

Este nuevo año, la película Profe por accidente, de Roberto Ángel Salcedo, estrenará la cartelera dominicana el próximo 15 de enero. También se esperan los filmes de Leticia Tonos, Cristo Rey; Los Súper, de Bladimir Abud; Biodegradable, de Juan Basanta; María Montez, de Celinés Toribio; El infierno y la gloria, de Huchi Lora, y Del color de la noche, dirigida por Agliberto Meléndez, quien ha pospuesto su estreno debido a la falta de recursos.

Aunque los números del 2012 no son oficiales, los filmes de factura nacional obtuvieron cerca del 30% del mercado local. Y mucho tiene que ver la Ley de Cine, aunque buena parte de las películas se hicieron fuera de esa ley y de sus beneficios. De los 4 millones de taquillas anuales, más de 1 millón se fue a los productores nacionales. La ley se anota un tanto porque indudablemente contribuye a una mejoría técnica en las cintas que se hacen a su amparo, exige, por lo menos, la responsabilidad de una mejor terminación en la edición y en la posproducción de sonido.

No obstante, el cine dominicano se niega a crear diferentes públicos, y, por tanto, no hace que sea más factible el acceso de otros públicos que lo consumirían si existiera alguna política con reglas de exhibición.

La Dirección General de Cine (DGCINE) deberá mantener los logros en un plano más racional en cuanto a imponer reglas de calidad como arte cinematográfico a las producciones nacionales, establecer un banco de datos para darle sostén a un buen mercado de trabajo con salarios dignos, y, sobre todo, promover la distribución y exhibición equitativa de las películas nacionales. De lo contrario, la ley y la DGCINE no tendrán razón de ser, desde el punto de vista del interés nacional. Las producciones nacionales, en un número significativo, no llegan al conocimiento del público porque no cuentan con publicidad como las producciones patrocinadas por grandes empresas y redes de salas de cine.

La ley de cine y la DGCINE deben contribuir a mejorar e incentivar a los productores independientes para crear una estructura cinematográfica sólida, buscando nuevos patrocinios en la iniciativa privada y obteniendo una buena tajada del mercado nacional de taquillas.

Tiempos de austeridad y disciplina
Uno de los renglones que sin duda se verá afectado este año es el relativo a los montajes artísticos, debido a los recortes que importantes empresas patrocinadoras harán a sus presupuestos debido a la reforma tributaria. De hecho, recientemente el presidente de la Asociación de Cronistas de Arte (Acroarte), Máximo Jiménez, dijo que debido a la reforma fiscal implementada por el gobierno, que afecta con sus impuestos al sector cervecero, la próxima entrega de los Premios El Soberano, no estaba totalmente definida.
“...Cervecería Nacional Dominicana está haciendo un gran esfuerzo porque este evento pueda llevarse a cabo en un momento en que la reforma verdaderamente está golpeando este aporte importantísimo que hace Cervecería a la altura de lo que ha estado pasando durante 28 años”, dijo.

“Este año, cada empresa reducirá su inversión en el mundo del espectáculo y no es únicamente por la reforma fiscal, es por un problema en la economía mundial, sobre todo en la nuestra que se sustenta de la americana y europea.

Todos los países están haciendo reformas fiscales, la diferencia depende de la gravedad que tenga la economía de cada país. En más de un 60% se reducirá el respaldo de las empresas de productos de consumo masivo al entretenimiento en sentido general, lo que pone en peligro la cultura popular en sentido general. Es tiempo de austeridad y disciplina económica”, entendió el reconocido empresario artístico Luis Medrano.

Mientras tanto, a varios conciertos con estrellas internacionales no les importará mucho la crisis. Gilberto Santa Rosa y Marco Antonio Muñiz ya tienen sus fechas apartadas. ¡Y vienen más! l

Una luz en el horizonte del arte
De ser aprobado el proyecto “Mecenazgo Cultural”, sometido por el diputado de la provincia Santo Domingo (del Partido de la Liberación Dominicana), el cantautor Manuel Jiménez, se crearía un régimen de incentivo y fomento cultural en el país. Sin embargo, hay que ver cuánto se tardaría esta pieza en convertirse en ley.

El proyecto está dirigido a beneficiar a los artistas o entidades culturales, públicas o privadas sin fines de lucro, que diseñen y presenten al Consejo Nacional de Mecenazgo proyectos o propuestas culturales e institucionales de tipo comunitario, municipal, provincial o nacional, siguiendo las normativas de la presente Ley. También se estipula que todo proyecto artístico o cultural financiado bajo el amparo de esta ley tendrá que ser declarado de interés cultural. En lo referente a los incentivos fiscales, se establece que todas las personas físicas o jurídicas que sean benefactores, donantes o patrocinadores de proyectos y propuestas declarados de interés cultural por el Estado dominicano, se les aplicará un deducible de hasta un diez por ciento del impuesto sobre los ingresos brutos.