Persiguen banda compuesta por mujeres que simulan ser víctimas de violencia. "Ojo con esto, cualquiera puede ser victima"

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La red de supuestos estafadores utiliza documentos falsos para intimidar extranjeros con alegadas querellas por maltrato físico a mujeres dominicanas
Organismos de inteligencia de las Fuerzas Armadas investigan una red de supuestos estafadores de extranjeros residentes en el país, que utiliza documentos falsos de alegadas querellas por agresión física contra mujeres dominicanas.
Oficiales que participan en la investigación de este hecho revelaron que para cometer las presuntas estafas, millonarias en algunos casos, los alegados mafiosos utilizan los servicios de mujeres calificadas como prostitutas, a quienes les pagan altas sumas de dinero una vez logrados sus objetivos.

Para poder cometer los hechos, utilizan además, supuestamente, actas policiales, judiciales y certificados médicos falsificados, documentos que envían a las direcciones de los extranjeros engañados, con presuntos alguaciles.

Alegadamente, algunas de las prostitutas se colocan falsos yesos en piernas, brazos y costados, argumentando que son parte de las lesiones provocadas por los extranjeros de distintas nacionalidades, los cuales han caído en la trampa de los delincuentes.

Se dijo que una vez los presuntos agresores son notificados, estos por miedo llegan a negociaciones con los alegados abogados apoderados por las mujeres agredidas, logrando obtener con la práctica, sumas muchas veces millonarias.

“Es una mafia tan bien organizada que a veces las mujeres simulan que tienen profundas heridas en la cabeza, cara y otras partes del cuerpo y llegan hasta en sillas de ruedas”, dijeron los investigadores.

Las autoridades revelaron que entre las víctimas de los supuestos estafadores hay canadienses, italianos, norteamericanos y españoles.

Los informes dan cuenta de que hace unos días, los presuntos mafiosos intentaron apoderarse de un hotel, mediante la utilización de una supuesta sentencia judicial de embargo, por alegados maltratos físicos de sus propietarios contra mujeres.

Sin embargo, los alegados delincuentes no lograron su propósito, tras llevarse la sorpresa de que el principal accionista de ese negocio, es un dominicano que por muchos años vivió en los Estados Unidos.