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9/7/12 Post By: Ramón Pastrano, WebMaster

Esas embarazosas preguntas infantiles


Que no cunda el pánico (Foto: Archivo)

Usted no es el único padre, o madre, que ha sido bombardeado por los inesperados comentarios y las incómodas preguntas con que los niños nos atajan por sorpresa. Leamos las vivencias de periodistas, tuiteros y personalidades del espectáculo.

Por: Adriana Boccalon - Ultima Noticias
Camila Canabal inició hace algún tiempo su carrera internacional en las pantallas de Casa Club TV con ´Vida Mamá ´, un show sobre la enriquecedora experiencia de la maternidad que además la inspiró a escribir un libro con el mismo nombre. Sus pequeñas hijas, Joaquina y Guillermina, son las criaturas que eventualmente la ponen en aprietos cuando le arrojan un balde de agua fría. “Los sicólogos dicen que a los niños hay que darles respuestas claras, pero sin hablar más de la cuenta para no ahondar en detalles que tal vez no entenderían. Y sobre literatura disponible, ningún libro te dice cómo abordar preguntas cuya respuesta ni siquiera una misma conoce, o que quizás la sepas, pero te da vergüenza exponerla”.

Sobre preguntas profundas cuyas respuestas ignoramos, Camila relata que “un día, cerca de la hora de ir a la cama, Joaquina, entonces de 4 años, me preguntó por qué murió mi hermana Valentina. Recuerdo que miré al techo y pasaron segundos que parecían años, antes de responder:

-… porque a veces la gente se va a vivir con Dios.

- Sí, mami, pero ¿por qué se murió Valentina?

- …porque a veces la gente se enferma y se va.

- Ajá, mami, pero ¿por qué se enfermó?

- …porque tuvo un problema en la sangre.

-Ok. mami, pero ¿por qué se murió?

- NO LO SÉ, MI CHIQUITA -le dije, porque cómo podría responder con claridad una pregunta que hasta el sol de hoy me hago a mí misma. Y así fue como diciendo mi verdad, salí del paso.



“En un episodio muy divertido con ella misma dos años más tarde, estábamos las tres en el sofá; ellas pintaban y yo veía un noticiero. De repente, salen imágenes de prótesis mamarias y un doctor hablando de eso. Joaquina deja su color y levanta la mirada. Yo me quedé tranquila porque juraba que no entendería nada, pero de pronto dice, ´a quién se le va a ocurrir que esa cosa de plástico se mete en los senos para hacerlos más grandes´. ¡Nooooo!, pensé. Y enseguida preguntó, ´Mami, ¿las tuyas son de plástico?´. Me hice un ocho, se me enredó la lengua. Primero pensé decir NO, al instante pensé que pronto lo sabría y yo quedaría como mentirosa. ´Sí, mi amor, las mías son de ésas´, atiné a reconocer soltando una carcajada que aumentó al ver la carita de pánico, incredulidad y locura que puso Joaquina. ´Mami, ¿por qué te hiciste eso? Dije tantas locuras juntas para enmendar la verdad dicha, que de solo recordarlo me da mucha risa. Quizás hubiera sido más fácil poner cara de yo no fui y decirle: No, mi chiquita, las mías son naturales´.


DE LÓGICA
“Mafer, de 3 añitos, me preguntó adónde va la luna de día. Le respondí que sólo sale de noche porque duerme de día. Su comentario no se hizo esperar y me dijo `pero qué floja, duerme todo el día como la vecina de al lado que no trabaja´”. Sibyl Perret-Gentil, periodista

“Sandy, una pioja que aún no tenía 3 añitos, tomó un libro que por descuido yo había dejado a su alcance, y que de paso era de la biblioteca de la universidad. Lo abrió y empezó a hacer garabatos con un marcador. Cuando la vi, cerró el libro. Le pregunté qué había hecho y me respondió que lo había rayado. `No debiste hacerlo, hijita, pues no es un libro para rayar´. Sin más, preguntó por qué lo dejé donde ella podía alcanzarlo, con la coletilla de `¿no sabes que eso es lo que hacen los niños de mi edad?´. Perpleja, le respondí, `tienes razón. El descuido fue mío”. Katty Ávila, educadora

“Manuel Alejandro, de 4 años, un día me pidió a gritos ´Maaami, dame mi tetero´. Yo le contesté ´ok, pero no me grites que no soy sorda´. Se me acercó, y en voz baja, me dijo `Mami, pero si tú siempre le gritas así a mi hermanito”. Begoña Ortega, comerciante

“Entre la fauna que tengo en casa, hay un gatico blanco muy especial. Un día, para ocupar a Álvaro de 3 años que no me dejaba trabajar, le di una hoja para que se distrajera dibujando al animalito, pero me dejó loco cuando de pronto me dice `no puedo pintar al gato en la hoja blanca que me diste porque el gato también es blanco´. De pana, me fregó”. César Victora, diseñador

“Luciano acababa de cumplir 3 años cuando quiso saber por qué, si nosotros queríamos tanto a su maestra, debíamos pagarle para que estuviera con él. Le explicamos que nosotros queremos a su maestra pero debemos pagarle para ayudar a mantener la escuela bonita. Desde entonces le dice a ese dinero biyuyos especiales”. Sailu Urribarri, periodista

“En una oportunidad fui a buscar al colegio a mi hijo mayor, Renzo, que entonces tenía 5 años. Íbamos en el tráfico, yo estresado y él bombardeándome con todo tipo de preguntas. Yo iba respondiendo a cada una de sus interrogantes tratando de despejar toda duda, pero en una de esas quiso saber algo cuya respuesta yo desconocía, y para no mentirle, sencillamente le dije ´No lo sé, Renzo, ni idea´. Entonces se volteó y me dijo ´Francamente: tú eres el único papá que no lo sabe todo´”. Sergio Novelli, periodista


PURA INOCENCIA
“Un día, viajando por la carretera, mi pequeña de 6 años preguntó: `Mami, ¿esas casitas son para los pajaritos?´. Explicarle a ella que esas casitas las colocan donde muere gente en accidentes de tránsito no fue fácil, pero lo compuse con el tema de encenderle velitas a la gente querida, para hacer un poco menos rudo el asunto de la muerte”. Milagros Márquez, ingeniera

“Cuando mi hijo tenía 5 años fuimos a misa, y de pronto, frente a un gentío, comenzó a gritar preguntando qué hacia ese señor clavado en la cruz y por qué nadie hacía nada. `Mami, que lo bajen, ¿nadie se da cuenta que está sangrando?´. Tuve que sacarlo de la iglesia para que se calmara y tratar de explicarle que Jesús murió por todos nosotros. Aunque creo que nunca quedó muy convencido con el mensaje de salvación y redención”. Verónica Reyes, periodista

“Entré al ascensor con Eugenia de 6 años y Elisa de 4. Allí estaba un señor con un solo brazo. De pronto, Elisa le jaló la manga vacía y le preguntó: `¿Mira, ¿y por qué te falta un brazo?´. Sentí que se me bajaba la tensión y se me subían los colores. Acostumbrado quizás, el señor respondió, `Porque sí ¿y tú por qué tienes los ojos verdes?´. Ya en casa, les expliqué que hay personas a quienes les falta alguna parte del cuerpo, pero que perfectamente pueden hacer las mismas cosas que hacen ellas. Y que es mejor no hacer ese tipo de preguntas tan directas porque pueden herir sensibilidades”. Vida Gaviria, comunicadora

DE AMORES Y EL ORIGEN DE LA VIDA
“Cuando Daniel tenía 3 años y 8 meses, sentado en la poceta mientras yo esperaba que terminara para limpiarle el rabito, me dijo que quería casarse con Ruth, una compañerita del preescolar. Aunque me caí para atrás como Condorito, le dije que para casarse primero había que estudiar, trabajar y comprar una casa. Entonces, me respondió que él estudiaba, yo trabajaba y ya teníamos una casa. ¡Ahí me quedé sin respuestas!”. Betsy Fernández, doctora

“Mi niña de 7 años me preguntó `Papi, qué es el sexo´. Tragando grueso y tratando de poner mi mejor cara, le respondí: `Bueno, el hombre es de sexo masculino y la mujer de sexo femenino... ¿por qué preguntas?´, y me responde: `es que yo escuché a un amiguito que dijo que es cuando el varón mete su piripicho en la totona de la hembra…”. Joel Eliaz, chef

“Mami, ¿dónde estaba yo antes de venir a este mundo?´, me preguntó Leandro cuando tenía 4 años y medio. Le dije que dentro de mi panza. Entonces repreguntó, ´…y antes de entrar en tu panza… ¿dónde estaba yo?´. Y para no meterme en más profundidades le inventé que en el cielo flotando, esperando turno para nacer en nuestra familia”. Sandra Weiss, periodista

DIVORCIO Y OTROS MALES
“Sophia, de 5 años, me preguntó cómo hace Dios para querer a los malandros que matan gente y dañan a otras personas, `…porque ellos también son hijos de Dios, ¿verdad?´. Fue muy complicado resolver ese asunto, así que nos limitamos a responderle que Dios nos ama a todos por igual, pero el problema somos nosotros que a veces no sabemos cómo amarnos”. Laura Gil, periodista

“Cuando el rollo de La Planta, el Edu de 7 años me preguntó `Mamá, ¿por qué la gente se convierte en mala y la llevan a la cárcel?´. Le expliqué que a veces los buenos se convierten en malos porque hacen travesuras, y que cuando la policía los atrapa los llevan a la cárcel a ver si allí se arrepienten y se vuelven buenas personas otra vez. Creo que me entendió”. Jenny Araque, periodista

“Un día, la Guardia Nacional nos paró para dar paso a una caravana oficial. Camila, de 5 años, me preguntó: `Mamá, ¿esos son policías? Sí hija, son militares, como policías, y están cuidando al Presidente. Repregunta: `¿y no deberían estar persiguiendo malandros?”. Linny Suárez, periodista

“Como me divorcié, tengo una nueva relación y nos hemos hecho muy cercanos a la familia de mi novio, Camila, de 6 años, siempre me pregunta `¿el hermano de Juan es mi tío?´ Le digo que si me caso con Juan será su tío político. `¿Y mi tío David (hermano de su papá) seguirá siendo mi tío?´. Le explico que sí. Y como además tiene una media hermana por parte de papá, pregunta si Natalia siempre será su hermana. Estas dudas nunca han terminado a pesar que le dibujé un árbol genealógico, pues ahora llegó la abuela de Juan, mi novio, y ella quiere saber si será la bisnieta política de la doñita”. Linny Suárez, periodista

Decálogo para afrontar la inquisición
Ante preguntas o comentarios embarazosos, complicados o imprevistos, Helena Duch, doctora en psicóloga infantil y familiar, recomienda:

1 Responde de manera clara y sencilla para hacerte entender.

2 No temas responder `no lo sé´. Aprovecha para transformar la pregunta en una aventura de conocimiento mutuo.

3 Si ofreces responder más tarde, hazlo. No cortes la comunicación.

4 El apoyo de material gráfico suele ser conveniente en preguntas sobre sexo.

5 Consulta a tu pareja para que papá y mamá aborden el tema bajo igual concepto.

6 Nunca es demasiado temprano para hablar de asuntos complicados. Si tu hijo/a te pregunta algo, la respuesta no debe esperar.

7 En tus respuestas, aprovecha para reafirmar valores.

8 Ante la sorpresa, indaga lo que el menor sabe sobre el tema para que tengas un punto de partida.

9 Nunca te rías o ridiculices a tu hijo/a ante sus inquietudes. Lo avergonzarías animándolo a buscar información en otra parte.

10 Dale el mismo tratamiento a todas las preguntas, porque cada inquietud cuenta.


Tuiteros acosados
Ante la pregunta formulada a través de nuestra cuenta en Twitter, @redominical, sobre cuál era la pregunta más incómoda que le había plantado un niño, estas fueron algunas de las respuestas de los tuiteros:

- “Mamá… ¿qué es un gay?”, @yamiesbella

- ¿Cómo llegó todo eso a la barriga de mi mamá?”, @YoSoyDaniiela

- "Mamá, ¿por qué ese muchacho se maquilla?", @Dayana_Borrero

- ¿Qué es ser virgen?”, @Andre_21DM

- ¿Papá, cómo nacen los niños y quién los trae?”, @Richardaguadas

- ¿Por qué los novios se dan besos en la boca?”, @Francisssssss

- “Una niña me dijo: ¿tan vieja y sin niños? No supe qué decir, y le respondí: `no tengo novio´. Me dijo: `¿hace falta eso?”, @lilita4x4


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Para responder preguntas sobre el sexo
http://ow.ly/bJyOD

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