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27/1/11 Post By: Ramón Pastrano, WebMaster

PAPEL EN BOCA.

EFESIOS 1:17,18 “Pido que Dios les ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da al pueblo santo, y cuán grande y sin límites es su poder, el cual actúa en nosotros los creyentes.”

Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre honorable fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer.

En realidad, el verdadero asesino era una persona muy influyente del reino y por eso, desde el primer momento, se procuró buscar un chivo expiatorio para encubrir al culpable, así que el hombre honesto e inocente fue llevado a juicio, conociendo de antemano que tendría escasas o nulas oportunidades de escapar al terrible veredicto: ¡la horca!.

El juez cuidó, no obstante, de dar al juicio todo el aspecto de justicia, y por ello le dijo al acusado: -“Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de Él tu destino. Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable o inocente. Tú escogerás una y será la mano de Dios la que decida tu destino”-.

Por supuesto, los manejos corruptos habían escrito en los dos papeles la palabra 'CULPABLE', y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta de que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria.

El juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. El hombre respiró profundamente, quedó en silencio por unos segundos, con los ojos cerrados y, cuando la sala comenzaba a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa hizo su elección: tomó uno de los papeles y, llevándolo a su boca, ¡se lo tragó rápidamente!.

Sorprendidos e indignados, los presentes protestaron airadamente: -“¿Pero qué hizo? Y ahora, ¿cómo vamos a saber el veredicto?"-.

-“Es muy sencillo”-, respondió el hombre. -“Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía el que yo elegí”-.

Con rezongos y enojo mal disimulado debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.

Cuando todo parezca perdido, usa la imaginación.

"En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento". Albert Einstein

ORACIÓN: Oh Dios, ruego que cuando esté en momentos de crisis y me ayudes a recurrir a Ti para que me des el Espíritu de sabiduría y de revelación, y pueda obtener la solución a mis problemas y reciba esa paz y tranquilidad que sólo Tú lo puedes dar. Por Cristo Jesús, amén.

Fuente: www.RenuevoDePlenitud.com

Enviado por Giovanna Camilo de Pastrano

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