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9/12/10 Post By: Ramón Pastrano, WebMaster

La flor del copey, pegamento natural.

Se ¿usaba? para tapar las ranuras y hoyitos de higueros, vasijas, latas pichás y otros objetos.

Antes, cuando no existía eso de cemento, coquí, ega o silicona líquida, en los campos se usaba (¿o todavía se usa?) la flor de copey para pegar los envases. Me confirma mi mamá que la flor seca del copey, puesta sobre las brasas, bota una resina parecida a la cera que sirve para tapar las ranuras y hoyitos de higueros, vasijas, latas pichás y muchos objetos que, por supuesto, no iban a ser puestos sobre el fuego, porque la resina se derretía de nuevo.

Sólo se usa el corazón de la flor, la parte redonda de adentro, no los pétalos gruesos. El corazón, que debe estar bien seco antes de quemarse, se derrite igualito que una funda plástica y, lo mismo que ésta, ¡ay si les cae una gotita de resina en las manos! Para evitar accidentes, el corazón se sostiene atravesando la parte de atrás que quedó de la flor con una varilla, una puya de palo de guaconejo o alambre.

Dice Foden que la flor de copey al quemarse hiede muchísimo, "un tufo fuerte". Yolan insinuó que deberían existir fábricas de resina de copey, algo así, y mami le respondió que no era fácil encontrar matas de copey en cualquier lado como para poner una fábrica. Las flores de las fotos son de la mata que está a orillas del río Jimenoa, en el hotel Gran Jimenoa (Jarabacoa, La Vega). La flor fresca es bellísima, parece de mentira, con una sustancia roja en el centro que, al caer la flor, se pudre y luce a guácala.

Fuente: yalodominicana.blogspot.com

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