19/10/10
Post By: Ramón Pastrano, WebMaster
El príncipe saudí Al Saud, culpable de golpear y matar a su sirviente en Londres el 15 de febrero.
-El jurado considera probado que golpeó y estranguló a Bandar Abdulaziz
-El fiscal considera que 'hubo un elemento sexual en su maltrato a la víctima'
El príncipe saudí Saud Abdulaziz bin Nasser al Saud ha sido considerado culpable de golpear y matar a su sirviente Bandar Abdulaziz, el pasado 15 de febrero en un lujoso hotel del centro de Londres. Al Saud conocerá el miércoles la pena que se le impone.
Después de deliberar durante una hora y 35 minutos, el jurado abogó por un veredicto de culpabilidad, al considerar probado que Al Saud pegó y estranguló a Bandar Abdulaziz.
Ambos volvían de una fiesta del Día de San Valentín cuando Al Saud -nieto del rey Abdalá- se lanzó ferozmente sobre su sirviente. Al día siguiente, Abdulaziz apareció estrangulado en la habitación que compartía con el príncipe.
Entonces, Al Saud manifestó que su ayudante había sido agredido y robado tres semanas antes de su muerte en el barrio londinense de Edgware Road, para explicar así las heridas que presentaba el fallecido.
Un crimen 'sádico'
Las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del hotel mostraron, en cambio, al príncipe agrediendo a su ayudante en el ascensor en dos ocasiones durante las semanas previas a su muerte, y se le vio también dándole patadas en la puerta de un restaurante la noche de su fallecimiento.
Durante el proceso, el fiscal describió la muerte del ayudante del príncipe como un ataque "sádico", que se produjo tras una noche de juerga.
El príncipe Al Saud, miembro de la familia real de Arabia Saudí, estaba ebrio cuando agredió al joven, tras haber consumido grandes cantidades de champán y cócteles.
Durante el juicio, el príncipe admitió el cargo de homicidio, pero negó el de asesinato. Lo que también negó Al Saud es que la víctima fuera además su amante.
Según el fiscal, sin embargo, "parece evitente [que el príncipe] es homosexual o con tendencias homosexuales". "La agresión a Bandar no se redujo simplemente a palizas físicas", sino que hubo "evidencias claras, aparte de las marcas de mordiscos (en las mejillas), de que también hubo un elemento sexual en su maltrato a la víctima".
Ahora, Al Saud quedará bajo custodia hasta oír este miércoles su sentencia. Según los medios británicos, si regresa a Arabia Saudí se enfrenta a la pena de muerte, pero no por el asesinato sino por su probada homosexualidad.
Después de deliberar durante una hora y 35 minutos, el jurado abogó por un veredicto de culpabilidad, al considerar probado que Al Saud pegó y estranguló a Bandar Abdulaziz.
Ambos volvían de una fiesta del Día de San Valentín cuando Al Saud -nieto del rey Abdalá- se lanzó ferozmente sobre su sirviente. Al día siguiente, Abdulaziz apareció estrangulado en la habitación que compartía con el príncipe.
Entonces, Al Saud manifestó que su ayudante había sido agredido y robado tres semanas antes de su muerte en el barrio londinense de Edgware Road, para explicar así las heridas que presentaba el fallecido.
Un crimen 'sádico'
Las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del hotel mostraron, en cambio, al príncipe agrediendo a su ayudante en el ascensor en dos ocasiones durante las semanas previas a su muerte, y se le vio también dándole patadas en la puerta de un restaurante la noche de su fallecimiento.
Durante el proceso, el fiscal describió la muerte del ayudante del príncipe como un ataque "sádico", que se produjo tras una noche de juerga.
El príncipe Al Saud, miembro de la familia real de Arabia Saudí, estaba ebrio cuando agredió al joven, tras haber consumido grandes cantidades de champán y cócteles.
Durante el juicio, el príncipe admitió el cargo de homicidio, pero negó el de asesinato. Lo que también negó Al Saud es que la víctima fuera además su amante.
Según el fiscal, sin embargo, "parece evitente [que el príncipe] es homosexual o con tendencias homosexuales". "La agresión a Bandar no se redujo simplemente a palizas físicas", sino que hubo "evidencias claras, aparte de las marcas de mordiscos (en las mejillas), de que también hubo un elemento sexual en su maltrato a la víctima".
Ahora, Al Saud quedará bajo custodia hasta oír este miércoles su sentencia. Según los medios británicos, si regresa a Arabia Saudí se enfrenta a la pena de muerte, pero no por el asesinato sino por su probada homosexualidad.
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