Con quince años fallece de un ataque al corazón debido a la anorexia. "¡Qué pena!"

En un año sufrió problemas en el cerebro y parálisis.

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Anna Wood decidió sumarse a la dieta que hacía su madre después de una Navidad para perder algo de peso. Pero se le fue de las manos. En el plazo de un año, la joven de quince años falleció enferma de anorexia por un ataque al corazón. Su frágil cuerpo fue incapaz de soportar las diversas crisis generadas por el trastorno alimentario.
"Todo pasó muy rápido, no nos dimos cuenta que padecía anorexia hasta poco antes de su muerte", ha explicado Christine, su madre. Anna no estaba gorda, comenta en declaraciones al Daily Mail. Simplemente tenía algo de grasa propia de las niñas de su edad y que habría perdido con el tiempo.

Madre e hija, residentes en Londres, comenzaron juntas la dieta después de unas Navidades. Tras cinco o seis semanas la madre la dejó, pero Christine decidió reducir aún más su dosis de alimentos.

Los profesores de Anna se pusieron en contacto con la familia cuando el monitor de natación descubrió su estricta dieta. "Anna nos hacía ver que estaba comiendo cuando no era cierto", narra su madre que explica que empezaron a asustarse cuando descubrieron sus mentiras. "Escondía la comida para luego tirarla".

Fue entonces cuando empezó a ir la médico de cabecera y a un psicólogo pero nadie pudo convencerla de que debía comer. Su familia decidió hospitalizarla y tras cuatro meses ingresada recuperó algo de peso por lo que los doctores la dejaron volver a cas para Navidad.

Comenzó a trabajar y todo parecía ir bien. Sin embargo, un día se desplomó camino del trabajo. La familia descubrió que iba caminando al trabajo a tres millas de distancia y no comía nada a mediodía. Tenía una úlcera perforada. La anorexia había arrasado su cuerpo. Los órganos principales empezaban a colapsarse. Sufrió daños en el cerebro y parálisis. Murió con quince años de un ataque al corazón. EBP