¿Y los compositores donde están?.

Joseph Cáceres

Arte nacional - El nacional

Se habla de la situación del merengue, y se originan debates y discusiones, que mueven a los intérpretes del género a formular diferentes teorías y a elaborar fórmulas en procura de su rescate. Nunca como ahora se había visto a tantos merengueros montados en Rocinante, pero sin la compañía de Sancho Panza, pues los nuevos Quijotes de la música, al parecer han seguido el ejemplo de Batman, que descartó a Robin como compañero de aventuras, y ahora anda solo. Se piensa que solo han sido afectados los cantantes e intérpretes del género. Y no se repara es que la situación del merengue se ha llevado también de paso a los compositores criollos, muchos de los cuales se sustentaron e hicieron nombre, cuando en la época de los 80´s el ritmo atronaba en la radio. Igual ocurrió cuando el bolero y la balada criolla se promovía en la radio, que descollaron autores y compositores nuestros de gran valía, como Manuel Troncoso, Leonel Porcella, Cheo Zorrilla, Luis Kalaff, Rafael Solano, Mundito Espinal, por solo citar algunos casos.

El merengue, por su parte, fue la catapulta que mantuvo y dio vigencia a toda una generación de autores y compositores criollos, que hoy día languidecen en el rincón del olvido, en razón de que la falta de difusión y promoción de nuestra música en la radio, impide la proyección de sus composiciones.

Pero además, la práctica de las adaptaciones y los llamados “covers” de composiciones extranjeras, en géneros de moda como la salsa, se convierte de igual manera en un limitante para el auge y vigencia de los autores dominicanos. Ya esa es otra arista en el problema. Los merengueros se disponen a emprender tareas en procura de una mayor protección hacia la música dominicana, y para ello Johnny Ventura ha motorizado un encuentro con el presidente de la República la próxima semana, donde se hará acompañar de un grupo de artistas, donde pienso deberían estar representados los compositores dominicanos, que también son víctimas de la indiferencia y la marginación en los medios.

La suerte de los merengueros va muy atada a la de los compositores criollos, como se puede ver. Manos a la obra.