Un baby shower diferente.

Ilustración: Ramóm L. Sandoval

Celebrando la vida
Freddy Ginebra Giudicelli - Diario Libre

Virginia va a ser abuela. Desde ya le brillan los ojos de manera especial y desde ya tiene una alegría que la hace mujer privilegiada. Cuando nos reunimos, como toda abuela por ser, y yo, abuelo cuatro veces, caemos en los mismos temas que a los abuelos les es imposible evadir: la inteligencia, la belleza y la destreza de nuestros nietos. Cada abuelo piensa que su nieto es el mejor de todos.
–“Fíjate cómo me mira” –dije yo cuando nació Ana Marina–, se ríe de todo lo que digo, seguro que sabe que soy su abuelo, me reconoce.
Es un síndrome. Es algo que sucede dentro de los abuelos que no sospechamos existe. Ser abuelo es descubrir la ternura en toda su intensidad.
–¿Y para cuándo es el parto?
–En septiembre –me contesta la casi abuela con el rostro iluminado.
–¿Y el abuelo qué dice?
–¡Más emocionado que yo!
Entonces procedo a explicarle el mundo que les espera y del cual uno jamás imaginaría de no experimentarlo.
–Comienzas a vivir de nuevo –le garantizo–, es una pasión que te hace descubrir el gran amor que tienes dentro. Un amor-ternura sin grandes responsabilidades, un amor que consiente constantemente y lo que nunca hubieras hecho con tus hijos, ahora te sorprendes haciéndolo descaradamente con tus nietos.
–Bueno, ahora sus amigas están preparando un baby shower –me interrumpe–, tú sabes que eso es lo que se usa para ayudar a los padres con algunos detalles para el bebé.
–¿La madre habrá hecho su lista, verdad?
–Mi hija es especial –me dice la futura abuela.
–Todos nuestros hijos son especiales –comento.
–¿Sabes qué pidieron mi hija y su esposo que le trajeran de regalo a la niña? ¿A que no adivinas?
–Leche, pañales, una cuna, biberones, un cargador, ropitas, juegos –me disparo para impresionarla con mi acumulada experiencia.
–Te doy otro chance –me reta mi amiga.
–¿Un cochecito?
–Otro más…
–Que le paguen el parto –digo agotado.
–Mi hija ha pedido a todas sus amigas que le regalen a su hija los libros que más les hayan impresionado y le sirvan en el futuro para su vida.
–¿Libros? –grité.
–¿Y tú cual le vas a llevar?
–Me la ha puesto difícil, pero ya estoy haciendo mi selección de posibilidades, es un gran reto.
–¿Y qué hará ella con estos libros?
–Le guardará su pequeña biblioteca. Tendrá libros para leer desde niña y otros que encontrará en su camino según vaya creciendo.
–¿Se leerán libros en el futuro? –pregunto en voz alta.
–No sé, pero me da la impresión de que esta niña, siendo hija de su madre, valorará este baby shower que se dio antes de nacer. Además, cada amiga le escribirá en el libro un por qué lo ha seleccionado y uno que otro comentario.
Y yo que pensé que lo había vivido todo…