Documentales buscan crear conciencia en población.: “III Muestra de Cine Medioambiental Dominicano”.

Autor: NAPOLEON BERAS PRATS - El Nuevo Diario

El numeroso público que asistió a presenciar el estreno de dos producciones dominicanas en formato de documental, dirigidas a la preservación del medio ambiente y a combatir la deforestación, salió del Palacio del Cine, en Agora Mall, con la firme convicción de haber asumido un compromiso solidario, con los fines expuestos en las realizaciones fílmicas, auspiciadas por la Fundación Propagas y enmarcadas dentro de la “III Muestra de Cine Medioambiental Dominicano”.

En efecto, el primero de los documentales presentados en la muestra, “Cordillera Central Dominicana: Oasis del Caribe”, dirigido por el veterano cineasta y fotógrafo, Máximo José Rodríguez, de una hora de duración, está dotado de una exquisita belleza en la bien lograda exposición del activo medioambiental más importante de la nación dominicana.

El valioso trabajo fílmico invita a conocer los parques nacionales, reservas científicas y áreas protegidas, así como la flora fauna y recursos hídricos de la Cordillera Central, al tiempo de advertir sobre los efectos de la deforestación en los bosques y las consecuencias del cambio climático para el futuro, no solamente de la Cordillera Central, sino de toda la región ecológica del Caribe Insular.

Otro ingrediente resaltante en este documental es que está sustentado en los testimonios de las principales autoridades mediambientales dominicanas, representantes de la comunidad científica–académica del país, así como también de los expertos internacionales que a través de los años, han venido a realizar investigaciones en la Cordillera Central.

De su lado, “Muerte por Mil Cortes”, producido por Juan Mejía Botero, Jake Khell, Ben Selkow y Juan Yepes, es una interesante exposición cinematográfica de denuncia sobre la deforestación en la frontera de República Dominicana y Haití y cómo sus efectos destructivos acaban con el tejido social y económico de los dos países y sus consecuencias, “aunque ninguno de los países parezca reconocerlo”, señala el documental.