A Miguel Tejada, ¡No lo crucifiquen!
TOQUES….
¡No lo crucifiquen!
Héctor García - Listín Diario
No me causa extrañeza, porque conozco a los que siempre aplaudieron a nuestra gloria del béisbol, el “Pelotero de la Patria” y luego de su “suspensión” en las Grandes Ligas, han madrugado, hachas en manos, para picotearlo.
¡Sí, los mismos que lo alabaron toda una vida y que sin esperar resultados, ni mirar la otra cara de la moneda, son los que con sus filosas hachas en medios electrónicos y prensa escrita, convierten a ese árbol caído en pequeños trozos!
Para ellos, el error cometido y admitido por Miguel Tejada es lo peor que ha ocurrido en la vida beisbolera, por ende, no se conforman al picarlo con dejarlo hecho trozos, sino que lo han fragmentado con tal ímpetu, que lo están convirtiendo en leña.
Esos medios y sus periodistas, de quienes conozco que durante toda su carrera, cuando alguien está en mala situación en el deporte, ellos se aprovechan, lo critican y lo culpan de todo, hasta lograr crucificarlo.
¡Esta vez no será la excepción!
Estoy con Miguel
Toda mi vida, y no sé por qué, casi siempre me identifico con la víctima.
Por ende, hago mía parte de una misiva que envió el doctor Adolfo Suárez, desde Pennsylvania, Estados Unidos, al colega Héctor J. Cruz, editor deportivo de este diario, quien la publicó en su columna, hace un par de días.
El doctor Suárez es médico personal de Miguel Tejada y entre otras cosas asegura que las Grandes Ligas autorizaron durante cinco años al pelotero a usar el medicamento Adderal.
La autorización de las Grandes Ligas ocurrió luego de determinar que Miguel está afectado de un desorden bioquímico a nivel cerebral que se manifiesta en una conducta hiperactiva, con serios problemas para concentrarse en las tareas cotidianas, o mantener la concentración durante períodos prolongados.
El médico se pregunta ¿por qué las Grandes Ligas le permitieron al paciente pelotero el uso de Adderal, es decir, bajo qué criterios médicos-psiquiátricos, y luego le retiró el permiso, basado en criterios del mismo orden que los anteriores?
Finalmente, el doctor Suárez dice textualmente: “En nuestros años de experiencia trabajando en el campo de la salud mental aquí en Estados Unidos, he visto que una vez un individuo comienza a ser tratado con medicación específica para el ADDH, (siglas en inglés), es para toda la vida”, cierro la cita.
¿Dirán los jefes de las Grandes Ligas algo al respecto? Nadie lo espere, pues así son los norteamericanos.
Considero que es muy temprano para comenzar a picotear a Miguel Tejada, con las críticas y con posiciones negativas, pero no espero que cambien su forma de pensar.
Entiendo la posición de cada uno de los periodistas dominicanos en particular, las que me decepcionan, pero, ¿qué más puedo hacer? ¡Es mi clase!
Abundando en la maldad
Nadie en lo absoluto me saca de la memoria que estos despiadados ataques a Miguel Tejada, tienen relación directa con su gran participación con las Águilas Cibaeñas.
A muchísimos de los miembros de la Crónica Deportiva, les hacen ronchas los triunfos del equipo de béisbol profesional Águilas Cibaeñas, el de más arraigo en la afición deportiva del país.
La hombría de bien y mejor pelotero, su dedicación en el terreno de juego dominicano, sin importar lauros o lesiones, incluyendo el 2002, cuando fue el Jugador Más Valioso, de la Liga Americana, en las Grandes Ligas.
Miguel Tejada siempre se uniformó y le dio oportunidad al fanático dominicano de que lo mirara jugar en la plenitud de su carrera. Las Águilas y el béisbol nuestro se beneficiaron ampliamente de esa actitud.
Junto a él, hombres como Tony Peña, Miguel Diloné y Luis Polonia, todos estelares de las Águilas, siempre dijeron presentes en los torneos nuestros, estando en los mejores momentos de su profesión.
La crónica deportiva siempre los aplaudió, pero en su momento, afilaron sus hachas y trataron también de hacerlos leña.
¿Qué no se dijo de Tony Peña, cuando renunció como dirigente de los Reales de Kansas City, después de ser Manager del Año?
Hay quienes opinaron y en mis archivos están sus pronunciamientos, que jamás volvería a las Grandes Ligas. Ahí está su destacado papel, como coach de banca de los Yankees de Nueva York.
Sin embargo, todavía dicen, que jamás será manager en Grandes Ligas.
Con Miguel Diloné y Luis Polonia, se inventaron todas clases de “chismes” para enfrentarlos tirarlo al “ron” de un coliseo a lidiar bravucones gallos.
Lograron hacerlo y aunque por escasos días, enfrentaron a esas dos glorias del deporte dominicano.
Intervenciones urgentes, planeadas por Winston Chilote Llenas, evitó que “la sangre llegara al río Yaque”.
Diloné y Polonia, reaccionaron como caballeros e hicieron quedar “en la fea”, a quienes atizaban desde tribunas opuestas.
Es que muchos miembros de la Crónica Deportiva, sufren los triunfos de los jugadores cibaeños y seguirán haciendo lo imposible para que sus nombres no ocupen los más solemnes rincones de la inmortalidad deportiva dominicana.
Aunque estoy consciente de lo delicado que es honrar en vida a alguien quien en algún momento puede fallar en algo o ser cuestionado por algo, hoy, mañana y siempre, defenderé hombres como Miguel Tejada, aunque se le deje de llamar “el Pelotero de la Patria”.
Luisin Mejía
Bien temprano, el miércoles, estuve en la Plaza de la Salud y saludé a Luisín Mejía. Rápido me marché, momentos después de estrechar sus manos y mirar su físico.
Mejía fue operado el martes por la mañana, para extraerle un hematoma subdural crónico con post-trauma que sufrió al darse un golpe, en el lado izquierdo del cráneo, mientras viaja en un avión de regreso a República Dominicana desde Moscú.
Como varias veces he sido paciente crítico, fue que me marché rápido, luego de encontrarlo sentado con la Santa Biblia en las manos y rodeado de sus familiares.
¡Qué sensación de alegría sentí al mirarlo así!
¡Seguiremos a Caballo!
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