Células madre: medicina antiedad.

Existe la posibilidad de extraer la grasa del cuerpo y aislar las células madre para aplicarlas a la propia persona, mejorar su apariencia y calidad de vida

De la grasa de cada quien es posible extraerlas y aislarlas para aplicarlas donde se requiera.

Li Misol - Listín Diario
Santo Domingo

Dr. Juan Carlos Vargas Decamps

Imagine por un momento ser joven para siempre, quizás no con el cuerpo perfecto de cuando tenía 18 años, pero sí con calidad de vida, en pleno uso de todas sus facultades físicas y mentales. Lo que solía ser una utopía ya es posible, incluso en República Dominicana, gracias a las terapias con células madre aplicadas a la medicina antienvejecimiento.

Juan Carlos Vargas Decamps tiene una carrera de más de 20 años en la endocrinología, con especialidad en menopausia y osteoporosis, pero desde 2009 se confiesa un enamorado de la medicina antiedad, especfíficamente con la aplicación de las células madre, pero también con el uso de plasma rico en plaquetas, autotransfusiones, suplementos vitamínicos, oligoelementos, minerales y restitución hormonal.

Su trabajo abarca la aplicación inyectada para mejorar la apariencia del rostro y el tratamiento de diversos padecimientos, desde los que ameritan regeneración de tejidos osteotendinosos hasta lesiones dérmicas e incluso la disfunción eréctil.

Regeneración
“Cuando un tejido se rompe o se daña, el cuerpo no es capaz de regenerarlo, sino que lo repara. El único momento en que el cuerpo regenera es durante los primeros seis meses de la gestación. Al nacer perdemos esa capacidad porque las células llegan a su forma adulta, dejan de ser células totipotenciales, que son las que generan todo tipo de tejidos, pasan a ser pluripotenciales y finalmente multipotenciales”, explica Vargas Decamps.

Durante la adultez las células madre se pueden encontrar principalmente en la médula ósea roja, pero estas células totipotenciales generan solamente un tipo de línea celular capaz de tratar exclusivamente enfermedades sanguíneas como hemofilia o leucemia.

En los últimos cinco años se ha descubierto que el tejido graso produce 1,500 veces más células madre que la médula ósea roja y aplicables a cualquier tejido.

(( Avance
Se abren nuevas posibilidades
La posibilidad de extraer la grasa del cuerpo y se aislar las células madre para aplicarlas a la propia persona, tratar dolencias y mejorar la calidad de vida abre nuevas posibilidades. En el pasado este tipo de medicina fue condenada por la iglesia por el uso de embriones o fetos para investigación. Hoy no es necesario hacerlo. Cada ser humano, en su tejido graso, tiene suficientes células madre para regenerar cualquier zona de su cuerpo que lo amerite.

Células madre: el futuro de la medicina está aquí
“Una célula madre es una célula indiferenciada que es totipotencial y progenitora (por eso ‘madre’), es decir, capaz de convertirse en cualquier célula del cuerpo y diferenciarse. De ahí partimos para observar qué tejido está dañado y convertimos esa célula madre en la adecuada para regenerarlo y producir un tejido nuevo como el que existió antes del daño”, explica el endocrinólogo Juan Carlos Vargas Decamps, quien realiza terapia con células madre aplicada a la salud y el antienvejecimiento.

Las células madre que se están empleado son las que se extraen de la grasa. Para tratar a un paciente se le practica primero una pequeña liposucción. La grasa extraída se centrifuga dos veces y se expone a una luz LED de tres colores (verde, azul y roja), y se aíslan las células madre que combinadas con factores de crecimiento se van a aplicar como terapia antienvejecimiento (inyecciones, mascarillas) o se van a sembrar donde hagan falta para regenerar tejidos.

“Si tienes el menisco destruido, las sembramos y a las tres semanas tienes un menisco nuevo. Si hay un desgarro de ligamento o de tendón cruzado anterior, se infiltran células madre con plasma rico en plaquetas y tienes un tendón nuevo, no una reparación de tu tendón, sino una regeneración”, explica el también coordinador de la Unidad de Menopausia, Endocrinología y Densitometría ”sea de Hospiten.

Más aplicaciones
Desgarros, esguinces y fracturas, incluso aquellas con disminución del tamaño del miembro, se benefician con sólo infiltrar células madre en la articulación. Estas células se pueden usar también en mascarillas para la enfermedad pulmonar crónica; así como aplicarse para la la artrosis o las hernias discales. La respuesta es de entre un 70 a 90 por ciento de éxito. “Esto es el futuro de la medicina”, dice Vargas Decamps.

Padecimientos dermatológicos como la rosácea se pueden resolver con una mascarilla de plasma rico en plaquetas y células madre, mientras que utilizándolas como relleno en las líneas de expresión del rostro las células totipotenciales van a producir colágeno nuevo. También hay resultados en lupus eritematoso y acné severo. “Queremos que al regenerar estos tejidos la gente sienta lozanía, poner al alcance salud y juventud siempre apegados a la ética”, afirma el experto.

Otras aplicaciones son el tratamiento de cicatrices graves y queloides, labio leporino y paladar hendido y caída de pelo. “Donde hay folículos pilosos vivos se inyectan células madre 0.3 a 0.4 cc cada medio centímetro de pelo y a los cuatro meses tienes cabello como si nunca se te hubiera caído”, dice Vargas Decamps. La garantía de éxito es de entre un 60 y 80 por ciento, según él.

Entre un 50 y 80 por ciento de éxito tiene también la terapia con células madre en la disfunción eréctil, no importa la edad, siempre y cuando el problema no tenga una raíz eminentemente psicológica. “Lo que hacemos es una aplicación tópica de células madre en los senos cavernosos del pene, donde las células van a obviar los inhibidores de la fosfodiesterasa 5”, detalla el galeno.

También se benefician de las células madre la esclerosis múltiple, osteomielitis, fibromialgia y autismo. En este último “se aplican de manera intravenosa con una dosis de Manitol endovenoso, sustancia que abre la barrera hematoencefálica”, dice.

Otros padecimientos que mejoran son el pie diabético, trastornos de la circulación, osteoporosis y enfermedades cardiovasculares. “Un infartado que tiene una zona muerta del corazón, si en las primeras seis horas del infarto le inyectas células madre directamente en el área necrótica con unas agujas especiales, esa parte que no se movía empieza poco a poco a tener contractilidad”, asegura el médico.

Las células madre tienen buenos resultados también en pacientes con retinosis pigmentaria, con ceguera o con degeneración macular. Vargas Decamps comenta que es impresionante como al aplicar células madre del propio paciente en la retina o la mácula se regenera el tejido que se perdió y el ojo recobra la capacidad de captar las imágenes y transmitirlas al cerebro.

Vargas Decamps expresa que el tema cáncer es el único punto donde se continúan haciendo estudios con células madre.

La maravilla y el conflicto
El uso de células madre abre un nuevo capítulo en la medicina y la posibilidad de que con el avance de las investigaciones la expectativa de vida del ser humano se extienda a los 130 años. Vargas Decamps cita un caso real que vio en un video en el portal www.ted.com. Se trata de la intervención de un médico de la Cleveland Clinic en una niña cuya vejiga se rompió producto de un accidente automovilístico.

“El médico toma un trozo de la vejiga del tamaño de una estampilla y lo coloca en un aparato llamado bioreactor, ahí se incuba y se le ponen las sustancias que una vejiga necesita: glucosa, aminoácidos, proteínas, grasas, células madre. Eso está conectado a un bioprinter, que realiza impresión biológica en tres dimensiones. El biorreactor envía señales al bioprinter para que produzca una vejiga nueva. En cirugía se quita la vejiga que no sirve y se coloca la nueva, que tiene las mismas células de la niña. La vejiga a los 20 minutos empieza a orinar”, narra el médico.

(( Avance
Reponer tejidos
Según Juan Carlos Vargas Decamps ya no es necesario guardar el cordón umbilical o los dientes de leche para obtener células madre. De las células de cada quien ya es posible reponer tejidos y órganos de repuesto.

“Nos demoramos en llegar a este punto porque no teníamos la tecnología, pero las células madre siempre han estado”, dice.

Además hay todo un conflicto ético moral por los ensayos que se hicieron al principio.

La condena de la manipulación embrionaria por parte de la iglesia frenó en cierta medida el avance de las investigaciones con células madre, pero han surgido científicos como Shinya Yamanaka, Premio Nobel de Fiología y Medicina 2012, quien usando la ingeniería genética transformó una célula de la piel en célula totipotencial de donde pudo producir neuronas, huesos, músculo, tejido nervioso y páncreas.

Un testimonio de vida
Conocido por su trabajo de 22 años en menopausia y osteoporosis, Juan Carlos Vargas Decamps cambió a partir de 2009. “En una revista descubrí al médico Jeffrey Life, especialista en antienvejecimiento, me fui a conocerlo a unas conferencias que daba en Boca Ratón y no me aparté de él durante una semana”, narra.

Cuando regresó al país empezó a investigar sobre envejecimiento, células madre, autotransfusiones, suplementos y restitución hormonal. Y ha probado en carne propia los beneficios. “Hace un año uso hormonas de crecimiento y hace cuatro meses terapia sustitutiva hormonal masculina. Además, hace cinco semanas me sacaron 70 cc de grasa abdominal, aislaron 400 millones de células madre, las procesaron y me las infiltraron por transfusión”, dice.

Desde ese momento asegura no ser el mismo. “Tengo una increíble agilidad mental, gran energía vital, me acuesto en la madrugada y me levanto temprano, no me canso a pesar de tener una apretadísima agenda y leo unas 250 páginas cada día. Antes no salía de un lumbago por dos hernias discales y desde la transfusión puedo decir que tengo un 80 por ciento de reducción de mi dolor de espaldas”, comenta.

Además Vargas Decamps nada tres veces por semana y lleva una alimentación balanceada.