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29/3/13 Post By: Ramón Pastrano, WebMaster

Las fílmicas de la voz dominicana (II de II).


POR RENÉ FORTUNATO - Diario Libre

Para comprender lo sucedido en torno a las fílmicas de La Voz Dominicana hay que ubicarse en la atmósfera política y social de nuestro país tras la caída de la dictadura. Eran los días de la "lucha contra los remanentes del trujillato" y del saqueo de las casas, mansiones y propiedades de Trujillo, su familia y allegados.

Todo lo que oliera a Trujillo era derribado, borrado o quemado. La pasión política no daba cabida a la conservación con fines históricos.

La Voz Dominicana no estuvo fuera de esa corriente arrasadora. En el patio de la empresa los empleados de entonces Nelson Rodríguez, quien laboró allí de 1949 a 1991 y Don Miguel Andrés Pichardo Matarranz, quien laboró de 1946 (Voz del Yuna) hasta 1978 (RTVD), recuerdan haber visto rollos de películas con imágenes de Trujillo rodando por el suelo en el patio de la empresa y muchas latas con material fílmico lanzadas al camión de la basura.

En esas circunstancias, personas de la empresa y ajenas a ellas, como "Panchito el Sucio", tomaron rollos de películas y se los llevaron a su casa, pero no con la intención de hacer dinero con eso, sino guiados por ese instinto de conservar un material fílmico en el cual ellos tuvieron participación en su realización o por la nostálgica costumbre de guardar cosas viejas que caracteriza a los coleccionistas. Así se conservaron diseminadas en diferentes casas de la ciudad una buena cantidad de fílmicas de la Era de Trujillo.

Pero no todas las fílmicas de Trujillo se perdieron en el patio de La Voz Dominicana, ese era un archivo muy grande para desaparecer en esas circunstancias. El grueso del archivo fílmico de LVD quedó intacto y uno de los directores que tuvo esa empresa antes de la Guerra de Abril, es quien saca el archivo del edificio de Radio Santo Domingo Televisión, como se rebautizó la empresa a la salida de los Trujillo, y traslada todas las fílmicas de la Era de Trujillo a un lugar seguro, que presumimos era su casa.

Este director, una conocida figura del anti trujillismo, sacó entre cuatrocientas a quinientas latas de películas correspondientes a las fílmicas del noticiero de La Voz Dominicana, con imágenes de las diferentes actividades políticas y sociales ocurridas durante los últimos siete años de la llamada "Era Gloriosa". Cada lata de esas tenía dentro un rollo de película 16 milímetros de una duración aproximada de media hora cada una.

Pasados más de quince años de esta acción, que reitero parece que se hizo con el fin de proteger y conservar ese material, a finales de los años setenta, este ex director de la radiotelevisora estatal parece que necesitaba el espacio donde guardaba ese montón de latas y procedió a vendérselas todas a un reconocido empresario dominicano del círculo de amigos cercanos del dictador.

Este empresario sometió las fílmicas a un proceso de revisión y extrajo de entre todas ellas las que consideró podrían ser de interés para la familia Trujillo. Las separó y se las regaló al hermano del dictador, Negro Trujillo (1908-2002), quien residía en la ciudad de Miami, Florida.

Las latas que le quedaron, un poco más de trescientas, las guardó en un closet y a mediados de los años noventa se las vendió a un coleccionista dominicano.

El closet donde estaban guardadas las latas tenía filtraciones y a una parte de las fílmicas le cayó humedad, enemiga mortal del celuloide, el material base de los rollos de películas.

Producto de esa situación entre un 25 a un 30 % de las latas estaban totalmente dañadas e imposible de recuperarlas.

Conocí al coleccionista que adquirió las fílmicas. Gracias a él, a su gentileza y apoyo solidario pude transferir a video una cantidad considerable de ese material y utilizarlo en la tercera parte de "El Poder del Jefe".

Recientemente me enteré que estaba haciendo los arreglos de lugar para donar todas esas fílmicas al Archivo General de la Nación. Eligió esa institución, según me dijo, por la confianza que le inspiran las actuales autoridades de esa institución estatal.

Las fílmicas realizadas durante los años siguientes a la caída de la dictadura, sobre todo las que se hicieron a partir de 1966, tienen otra historia.

Durante el período conocido como "Los doce años de Balaguer", producir y revelar material fílmico en 16 milímetros no era patrimonio exclusivo de la Radio Televisión Dominicana.

Durante estos años la planta televisora Rahintel, propiedad de Don Pepe Bonilla, transmitía el "Noticiario Nacional", y el material fílmico que le servía de soporte a las noticias era revelado en los laboratorios de la Productora Fílmica Dominicana, propiedad del empresario cubano Eduardo Palmer. Esta empresa también revelaba el material fílmico en 35 milímetros de los noticiarios cinematográficos "Panorama Dominicano" y "Cine Variedad", el primero dirigido por Rosendo Sepúlveda y el segundo por Tony Pérez.

"Fílmica La Trinitaria", propiedad de Hugo Mateo (1937-2002), fue otro laboratorio importante que revelaba material fílmico noticioso. El mismo Hugo fungió como reportero para importantes cadenas televisivas de los Estados Unidos. Muchas de las fílmicas sobre acontecimientos dominicanos archivadas en canales de televisión norteamericanos, fueron realizadas por Don Hugo Mateo.

Johnny Dauhajre, quien desde principios de los años setenta filmaba actividades sociales, en mayo de 1978, inaugura la empresa Cinevisión, donde ofrecía los servicios de revelado de material fílmico en los formatos 16 mm, 8 mm y Súper 8.

En estos dos olvidados formatos, el 8 y el super 8, existe una gran cantidad de imágenes en movimiento de especial interés para la historia dominicana. Esas camaritas, por lo general de uso doméstico, le permitieron a un considerable número de familias dominicanas filmar momentos importantes de su historia.

Por ejemplo, cuando el 22 de enero de 1966, el coronel Caamaño salió hacia Londres con su familia por Punta Caucedo. De ese momento, su hermana Milagros, conservaba un rollito que alguien filmó con una camarita de 8 mm, donde se ve al Coronel de Abril caminando con sus hijos por la rampa del aeropuerto. Esas imágenes pueden verse ahora en la parte final del documental "Abril: La Trinchera del Honor".

A pesar de existir en nuestro país varios laboratorios de revelado, el grueso de la producción de fílmicas noticiosas lo tenía la televisora estatal. Llegó a conservar un gran archivo de los acontecimientos políticos, sociales, culturales y deportivos de esos años.

De este periodo también he escuchado versiones de retiro de material fílmico de la planta televisora, generalmente hecho por el director de turno o por instrucciones de él. Con la peculiaridad de que en esta etapa se sacaban de la empresa fílmicas de acontecimientos muy puntuales, de interés político, de interés para la "seguridad del estado" o de interés personal de algún alto funcionario del régimen balaguerista.

El archivo fílmico de Radiotelevisión Dominicana pasó a la Cinemateca Nacional a principios de los años ochenta, por gestiones de su entonces director y fundador Agliberto Meléndez. Por esos años trabajé en la Cinemateca como Encargado de Programación y tuve mi primer contacto con el material fílmico de la radio televisora estatal. Ese material llegó allí en completo desorden, una buena parte de él y otra parte en malas condiciones. Por instrucciones de Agliberto, el personal de la Cinemateca trabajó intensamente para rescatar y conservar en buen estado las fílmicas, las cuales finalmente se limpiaron y se organizaron en latas pintadas con pintura anti óxido.

Cuando el Presidente Balaguer retornó al poder en 1986, la Cinemateca Nacional fue cerrada. Los archivos fílmicos que poseía, incluyendo las fílmicas de RTVD, pasaron a la custodia del Museo Nacional de Historia y Geografía. Recuerdo que eran entre ochocientas a mil latas de películas 16 milímetros, con media hora de duración cada una, aproximadamente.

Estando la Licenciada Vilma Benzo de Ferrer al frente del Museo Nacional de Historia y Geografía, le solicité autorización para transferir a video Betacam SP los rollos de 16 milímetros del archivo fílmico bajo su custodia. En comunicación de fecha 28 de junio del 2000, Doña Vilma me concedió la autorización con una serie de condiciones. No podía sacar el material del edificio del Museo. Debía instalar los equipos para transferir en el depósito donde estaban guardadas las latas. Asumir el costo de todo el proceso, incluyendo las horas extras del personal de esa institución y que el proceso se hiciera bajo vigilancia de un empleado del museo, designando ella para esta labor a Juan Francisco Castillo (1949 -2010).

No pude transferir todo el archivo, por el alto costo diario que tenía ese proceso, pero sí pude transferir una buena cantidad, la necesaria para servir de materia prima a la realización del largometraje documental "La Violencia del Poder" -Los Doce Años de Balaguer- (2003).

Cuando el Presidente Leonel Fernández asume la Presidencia de la República en 1996, la Cinemateca Nacional es reabierta y vuelven a ella todos los materiales que hasta entonces guardaba el Museo de Historia y Geografía. En noviembre del 2006, el Archivo Fílmico de RTVD que conservaba la Cinemateca pasó al Archivo General de la Nación.

Ahora, en el AGN, estos materiales, asumidos como documentos históricos de dominio público, estarán disponibles, en un futuro no muy lejano, para ser consultados y utilizados para el estudio y comprensión de la historia dominicana del siglo veinte.

Mucha gente me reconoce el merito de haber rescatado una enorme cantidad de material fílmico de archivo sobre nuestra historia, que de no haber intervenido nosotros, es probable que se hubiese perdido. Eso es cierto, pero para ser justo debo señalar que esta labor no he sido yo el único en realizarla en nuestro país.

El primero que se puso a recoger material fílmico disperso por ahí de la "Era de Trujillo" fue Jimmy Sierra, a finales de los años setenta, para su serie de televisión "El hombre que atrapaba fantasmas". Luego realizó una labor importante de rescate Cornelia Margarita, para su programa "Somos Así y Así Somos". Recientemente ha continuado esa labor el periodista Emilio Erasme Peña -"Emilín"-, con su programa "Huellas en la Historia".

La diferencia entre la labor de ellos y la mía consiste en que ellos buscaban material para sus respectivos programas de televisión, un medio cuyo contenido suele ser transitorio en la mente de la gente. Y el objetivo de mi búsqueda era materia prima para hacer cine. Cine Dominicano. Cine documental de largometraje, un género cinematográfico cuyos contenidos suelen ser más perdurables en el público, sobre todo entre los espectadores que asisten a las salas de cine a ver este tipo de producciones.

Y mucho más perdurable ahora con la tecnología del DVD, la cual facilita la distribución y difusión de nuestro cine documental, en países lejanos y de idiomas diferentes al nuestro.

El objetivo de mi búsqueda era materia prima para hacer cine. Cine documental de largometraje, un género cinematográfico cuyos contenidos suelen ser más perdurables en el público, sobre todo entre los espectadores que asisten a las salas de cine a ver este tipo de producciones. Y mucho más perdurable ahora con la tecnología del DVD, que facilita la distribución y difusión de nuestro cine en países lejanos.

La imagen de la izquierda muestra el estado en que se encontraba una buena parte del Archivo Fílmico de La Voz Dominicana para mediados de los años noventa. Al centro y a la derecha, el Archivo Fílmico de Radiotelevisión Dominicana (RTVD) en el año 2000, cuando se encontraba en uno de los depósitos del Museo Nacional de Historia y Geografía.

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