“Abuelos de emergencia”, seis buenas razones para verla.

Kenny Grullón, Miguel Alcántara y Carlos Alfredo Fatule, bajo la dirección de José Enrique Pintor, motivan una reflexión profunda sobre el valor de la amistad y la familia.

Una hilarante comedia con buen mensaje familiar y que valida la amistad

Escrito por: José Rafael Sosa (www.joserafaelsosa.com)
Abuelos de Emergencia mostró anoche, en la Sala Ravelo del Teatro Nacional Eduardo Brito, una brillante e inolvidable combinación de factores artísticos, humanos y técnicos, que muy pocas veces se expresan tan armoniosamente.

El trabajo es original y lucido desde su libreto y amplia su impacto por el talento de sus dos protagonistas, logrando una experiencia que excede el lindero de lo artístico, al constituirse en una demostración de lo que es el respeto, el cariño y la admiración real Kenny Grullón y Carlos Alfredo Fatule.

Para verla, como la disfrutó anoche un público tan numeroso, como entusiasta y cómplice emocional de los artistas, habría que dar seis buenas razones para recomendarla.

Seis razones
Lo primero es la sorpresa que le dará al público por su inicio sin precedentes, que vivimos anoche y del cual nos comprometimos a no decir media palabra, exceptuando que se trata de uno de los principios del montaje teatral más singulares que se hayan realizado en Sala Ravelo.

Lo segundo es la composición excepcional del conjunto de talentos que trabajan en la producción y dirección de Abuelos de Emergencia, con un director teatral que como José Enrique Pintor, se conoce más por su labor en la televisión y en el cine (Sanky Panky), recordado por su montaje, en esta misma sala, de Cepillo de Dientes.

Lo tercero es la calidad misma del libreto de Miguel Alcántara, quien además es uno de los actores, escrito con la doble intención de que el público se desternille de la risa al tiempo de producir una reflexión profunda y sentido sobre el valor de la amistad y la familia, puesto a prueba por la distancia de 22 años de ausencia de dos hombres que eran casi compadres y que ahora se ven agresivamente enfrentados por una circunstancia que hay que estar en la plata intimista de la Ravelo para saber de qué se trata.

Lo cuarto, (se cortó el texto).

Lo quinto, el talento histriónico de los dos protagonistas de esta historia: Kenny Grullón y Carlos Alfredo, con un desborde artístico que los hace actuar, bailar, y, en el caso de Carlos Alfredo, de disfrutar su voz en un tema original, escrito e interpretado desde el alma.

Lo sexto, hacer conciencia del amor y la amistad verdadera entre artistas, lo que implica sentir una relación viva de afecto real en un grupo de talentos que rechaza la idea de trabajar solo para ganar dinero. Hay una mística especial en todos ellos. Se siente la inspiración de estos hombres y mujeres, en una meta mucho más elevada, esa que cuenta de cómo es más trascendente la validez de la solidaridad mejor entendida.

Carlos Alfredo
Debe llegar el momento en el cual República Dominicana haga conciencia del tesoro que le supone el talento de Carlos Alfredo Fatule, un potencial sub explotado y que ha tenido oportunidad de reiterar sus luces, cada vez que el llamado a escena ha sido hecho.

Un Apunte
Créditos
Libreto: Miguel Alcántara; Dirección: José Pintor(Pinky); Coproducción: Ana Rossina Troncoso, Yohanna DePool, Larissa Núñez; Producción General: Kenny Grullón, Carlos Fatule y José Pintor; Escenografía: Fidel López; Coreografía: Alina Abreu; Iluminación: Roberto de León; Efectos especiales: Víctor Liriano; Regidor: Amaury Esquea; Asistente: Pachy Ramírez; Letra canciones: Carlos Alfredo; Arreglos y Dirección musical: Miguel Leclerc; Fotos y diseño: Luis Nova y Carlos Díaz.