7/8/12
Post By: Ramón Pastrano, WebMaster
La huella de la infidelidad. La pérdida de la confianza y el autoestima son solo el comienzo.
(Thinkstock) |
Confianza en jaque
La infidelidad ocasiona heridas que a veces pueden superarse, pero con mucho esfuerzo
Por Camile Roldán Soto /croldan@elnuevodia.com
Hoy es el drama entre Robert Pattinson y Kristen Stewart, pero no se necesita indagar en el mundo de la farándula para saber que todos los días la infidelidad invade relaciones.
Las posibilidades de conexión que ofrece la tecnología a través del teléfono y las redes sociales han complicado el asunto. Hay nuevas maneras de hallarnos, relacionarnos y mantener contacto. Esta ventaja social a veces afecta negativamente a las parejas cuando uno de los dos la utiliza para involucrarse más allá de la amistad con terceros.
“La línea es más fina en cuanto a la infidelidad se refiere. Todos o casi todos usamos Facebook, textos, emails, redes sociales. Las oportunidades para sospechar y averiguar que tu pareja te es infiel han aumentado”, sostiene el sicólogo clínico George Kamarinos, quien atiende mayormente a parejas.
Definiendo la relación y sus límites
A menudo, el contacto virtual con amigos de la infancia, colegas o ex parejas se convierte para algunos hombres y mujeres en excusa para fantasear, destaca Kamarinos. Cuando esto ocurre, hay varios escenarios posibles.
Quizás la comunicación se mantiene sin mayores consecuencias, es decir, nunca hay un encuentro físico. Pero entonces, habría que preguntarse si el mero coqueteo virtual es una forma más sutil de ser infiel. Y esto dependerá de la definición de infidelidad que consienta cada pareja.
Para muchas personas, explica el doctor, descubrir esa conducta en la persona amada es fuente de conflicto, pues da paso a sospechas e intrigas.
“Hay veces que entrevisto al hombre o a la mujer y me dicen que sí hablaron con alguien, que les enviaron un mensaje pero no pasó nada más. Sin embargo, el compañero o la compañera imagina mucho más allá”, señala el sicólogo.
Y tiene sentido que así ocurra porque ese tipo de conducta puede lacerar la confianza, que es el pilar de las relaciones, opina el médico.
A las parejas, les recomienda hablar de cómo manejarán los acercamientos que pueden surgir a través de las redes y otras vías virtuales. Lo más saludable, opina, es que tengan claro lo que es o no es aceptable para ambos.
“Deben hacer un compromiso de fidelidad y si alguien lo rompe, el otro debe ser firme con las consecuencias que entiende son las apropiadas para enfrentar la traición”, sostiene Kamarinos.
La palabra debe ser suficiente garantía de confianza, opina. Por eso, considera mala práctica la costumbre que observa entre sus pacientes de compartir las contraseñas de las cuentas de email, Facebook y otras.
Cuando se descubre la infidelidad
El sicólogo comenta que una vez ocurre la infidelidad una reacción bastante común de quien la sufrió es perdonar y retomar la rutina muy rápido, sin hacerle entender a la otra persona la magnitud de su acción.
Recomienda a quienes deciden perdonar seguir un proceso que incluya ayuda profesional y permita el espacio para que quien cometió el desliz sea consciente de lo que hizo y sepa las consecuencias que tendrá que enfrentar si vuelve a ocurrir.
De otra parte, advierte que tras una infidelidad, la tendencia de llamar la atención de la pareja desesperadamente buscándola y celándola más de lo usual es muy peligrosa. Estas personas asumen la traición como algo que ocurrió por su culpa y comienzan a preguntarse qué tiene la otra que no tengan ellos. En otras palabras, reaccionan con inseguridad.
En terapia, se trata de cambiar esta perspectiva para que la persona afectada deje de relacionar lo ocurrido con su autoestima.
“Hay que trabajar y cultivar la autoestima. Una persona que se valora sabe que a pesar de la infidelidad sigue siendo la misma persona. Puede reconocer sus errores en la relación pero no tanto para subestimarse y quedarse en esa etapa de preguntarse qué tiene él o la otra que no tenga yo”, asegura.
Por su parte, quien traicionó tiene que demostrar mucho respeto y arrepentimiento sin caer en la exageración. Debe estar dispuesto a atender las preocupaciones de su pareja y entender que la confianza no se recupera siempre, ni tampoco de la noche a la mañana.
Mitos de la infidelidad
Mito --Las aventuras solo ocurren dentro de matrimonios infelices donde ya no hay amor -
Realidad- La infidelidad puede surgir dentro de matrimonios estables. Es un evento que tiene menos que ver con el amor y más con el violentar límites o fronteras.
Mito -Las aventuras ocurren mayormente debido a atracción sexual hacia otra persona.
Realidad - No necesariamente. Lo que atrae de una aventura es como la persona infiel se siente a través de los ojos amorosos de su nueva conquista. Los individuos sienten que experimentan nuevos roles y oportunidades para el crecimiento en nuevas relaciones.
Mito- El cónyugue infiel casi siempre deja pistas.
Realidad- Algunos individuos pueden manejar su vida de manera que su pareja jamás se entera que fueron o están siendo infieles.
Mito- Alguien con un 'affair' demuestra menos deseo sexual con su pareja.
Realidad- Puede ser al revés. El sexo puede tornarse más interesante e incluso aumentar.
Mito - La persona que tiene una aventura no está recibiendo suficiente atención en el hogar.
Realidad - La pareja infiel quizás no está dando lo suficiente en el hogar. El cónyugue que da poco está en mayor riesgo que el que da mucho porque tiene menos compromiso con la relación e invierte menos en ella.
Fuente: libro ‘Not Just Friends’ de Shirley P. Glass
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