El Teatro Nacional. "Loas de Alfonso Quiñones a Niní Cáffaro.
Alfonso Quiñones - Diario Libre
Hace unos años, publiqué una foto del escenario del Teatro Nacional Eduardo Brito, donde aparecían unas vasijas y unos periódicos, sobre los que caían goteras. Esa misma noche pude ver inundadas áreas importantísimas de la edificación. Hoy día el panorama es otro. Inaugurado el 16 de agosto de 1973 por el presidente Balaguer, hoy el Teatro Nacional es una institución que se autosostiene. Y si en un pasado era una carga para el Estado, los fondos que genera están dirigidos al mantenimiento, dietas, gasolina, fuentes, jardinería y otros gastos. Esto se hace gracias al alquiler de las salas del teatro, que se mantienen el año entero con programación.
Más Orgasmos, por ejemplo, dio suficiente dinero para reconstruir los camerinos de la Ravelo.
Como la gente está acostumbrada a aplaudir las obras que se ven; lo que no se ve, ni se sabe. Pero sépase que además de contar con todos los baños nuevos, el aire acondicionado ha sido reparado, brindando un confort necesario.
Tras 39 años, fueron cambiados todo el sistema de tuberías de aguas del teatro, y de los desagues.
Entre los empleados y la dirección de la institución hay un ambiente de camaradería.
Muy importante ha sido que los artistas han tenido las puertas abiertas para solicitar o presentar sus inquietudes, en cualquiera de sus instalaciones.
El Bar Juan Lockward cuenta, de un tiempo a esta parte, con una programación y un ambiente romántico.
Todo esto, y más, se debe a un cambio de filosofía en la dirección del Teatro Nacional. Eso se llama, gerencia. Y ese concepto gerencial tiene nombre y apellidos: Niní Cáffaro. ¡Honrar honra!
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