“Si los típicos siguen imitando a las orquestas, van a desaparecer”.

(Abel Ureña)

Jochy Sánchez y Edwin Espinal disertaron sobre el merengue típico.

Wendy Almonte - El Caribe
Santiago. “Si los grupos típicos siguen imitando a las orquestas, ese estilo de merengue va a desaparecer, debería ser lo contrario, pero falta conciencia”.Con esas palabras concluyó Jochy Sánchez su exposición en el conversatorio “La historia y evolución del merengue típico”, organizado por la dirección regional del Ministerio de Cultura y la filial Santiago de la Asociación de Cronistas de Arte, en el Palacio Consistorial. El mismo también contó con la disertación del historiador Edwin Espinal. Sánchez, director musical y director provincial de Cultura, expresó que para que el merengue típico eleve su calidad, los músicos tienen que contratar cantantes, ya que no hay ningún acordeonista que cante bien”.

Recordó que en los años 70 surge Tatico Henríquez, quien a pesar de ser imitado por todos los acordeonistas, cometió el error de los músicos de ahora, que no contratan cantantes buenos para que no le quiten protagonismo o no se vayan con otros grupos.

Al referirse a los orígenes de este estilo, Jochy Sánchez, dijo que el merengue era monótono, y que Pancho García decía que era solo jaleo, pero que para la época en que le pusieron güira y tambora, la oligarquía de Santiago “le entró como la conga” y no se podía bailar merengue, por lo que emigra y se cobija en la frontera en el siglo XIX.

El historiador Edwin Espinal recordó que en Santiago, a fines del siglo XIX, se tocaba merengue típico en fiestas de personas de clase baja y que era conocido como música rural, de clase baja, por lo que era despreciado. Además informó que en 1905, como protesta contra el ayuntamiento para que hicieran retretas en el parque Colón, protestaron cantando merengues típicos.