Paquito D'Rivera: "En el 2014 cumplo 60 años en la música, y me gustaría celebrarlo aquí".

Diario Libre
SANTO DOMINGO. Paquito D'Rivera anda por el mundo tras las huellas de Mangoré, junto con Berta Rojas, la extraordinaria guitarrista paraguaya, con quien visitó República Dominicana hace pocos días.

Natural de Marianao, La Habana, el 4 de junio de 1948, desertó en 1981 durante una gira por Francia. Reside en New Jersey.

P: ¿Cómo surgió la idea de este disco junto a Berta Rojas?
R: Cualquier cosa que salga mal es culpa de Berta (risas). Agustín Barrios Mangoré es el compositor nacional del Paraguay, y Berta es uno de los más altos exponentes del competitivo mundo de la guitarra clásica. Mangoré inventó -sin darse cuenta quizás- lo que conocemos hoy como la guitarra clásica latinoamericana. Así que cuando Berta me llamó para este proyecto con música de Mangoré, me entusiasmó, porque yo lo admiraba ya desde antes, y además, tenía algunas de las grabaciones de Berta, que es una cosa única. Es un 'bicho raro', porque tiene una feminidad tremenda para tocar y al mismo tiempo una autoridad... Es como una matriarca de la guitarra.

Ella me propuso ese trabajo, y me encantó la idea. Yo he tenido una debilidad y una suerte a la vez para guitarristas buenos. Trabajé con Leo Brouwer, con los hermanos Assad, con el Brasil Guitar Duo, con un montón de guitarristas clásicos y de jazz también. Me encanta la combinación que hace la guitarra con mi instrumento.

P: Ahí hay una combinación musical y 'saxual': la guitarra es muy femenina y el saxo es muy masculino.
R: Dicen que el saxofón es el instrumento más sexy que hay, pero eso es un disparate, porque ya viene doblado de fábrica... ¡jajajaja!

P: Pero es dulce.
R: Eso sí, muy cariñoso.

P: Maestro, ha sido nominado una vez más a los Grammy.
R: Sí, con un trabajo que hice con los hermanos Assad, para mí el mejor dúo de guitarra de la historia. Los conocí trabajando con Yo-Yo Ma en "Obrigado Brazil" en Holanda. Sabía desde el día que los conocí que algo iba a pasar. Y así ha sido, nos han nominado ahora a este premio con "Danzas del nuevo mundo".

P: Ud. ha ganado unos 11 premios Grammy...
R: Como once, sí.

P: ¿Cuál ha sido el premio que más ha disfrutado Ud.?
R: El premio de trabajar con gente como Berta Rojas, o los hermanos Assad, o Yo-Yo Ma, o Dizzie Gillespie. Esos son los verdaderos premios. Nunca he creído demasiado en los premios, Y no me mal interpreten. Aprecio mucho que mis colegas se tomen el tiempo de premiar mi trabajo, pero hay grandes artistas que nunca ganaron el Grammy, una de ellas fue Carmen McGrey, una de las más grandes cantantes de jazz de todos los tiempos. Ravel nunca ganó el Gran Premio de Roma, que es como decir el Nobel de la música, y jamás se lo dieron. Y sus partituras se estudian en el Conservatorio de Roma. Y a él no le dieron el premio. Pero no hay que trabajar para premios, sino trabajar para trabajar. Primero para pagar la renta, ¿no? (Risas)

P: ¿Cuántos años lleva ya en Estados Unidos?
R: Llevo ya 33 años. Parece que fue ayer. Y el año que viene cumplo 60 años en la música. Me presenté la primera vez a los 6 años, en el año 54. Así que en el 2014 cumplo 60 años en la música.

P: ¿Cómo piensa celebrarlo?
R: Hay varios países que me han propuesto celebrar, además de ciudades como Nueva York y Miami. Hay lugares como Cayena, en Guyana Francesa.

P: ¿Y República Dominicana?
R: Me gustaría celebrarlo aquí, porque Santo Domingo es un lugar muy querido por mí. La primera vez que vine tenía 9 años, en el año 57. Trabajé en La Voz Dominicana con Tavito Vásquez y con Papa Molina, que tiene 90 y tantos años ahora. Y he trabajado con su hijo, el maestro José Antonio Molina. Estoy en un libro que es la historia de La Voz Dominicana. Recuerdo de niño ver un hombre aparecer por ahí con tres o cuatro ametralladoras, y era Petán, el hermano de Trujillo, a quien -dicen- le gustaban mucho las bailarinas. Bueno, le echan la culpa a Petán. ¿Pero, a quién no le gustan las bailarinas?

P: Tema Irakere. Parece que se está moviendo la idea de una reunión de ustedes. Quiero decir los fundadores, incluyéndolo a Ud. y a Arturo Sandoval.
R: Sí, eso se mueve, pero siempre hay alguien atravesado. Y el que está atravesado ya se sabe quién es. Yo no voy a ir ahí mientras estén ellos. Alguien me habló de una reunión desinteresada... Reunir Irakere es una cosa esperada por un montón de gente, sobre todo por un montón de turistas. Y yo no le voy a llenar La Habana de turistas a ellooosss... ¡No!

P: Más allá de toda consideración política, Irakere fue un gran proyecto.
R: Sí, un proyecto que ellos despreciaron muchísimo. Y obstaculizaron todo lo que pudieron. Tenían razón. Decían como insulto: "ese es un grupo lleno de jazzistas". Y entonces Chucho se indignó y lo negó. ¡Jajaja! Algo que era obvio. "Esa es una calumnia de esta gente que nos quieren destruir. Nosotros no somos jazzistas", algo tremendo. Pero sería una cosa bonita reunirnos.

P: Para Ud., ¿cuál es el más grande músico que ha dado Cuba?
R: El más representativo y universal de nuestros músicos ha sido Ernesto Lecuona. Ahora lo están utilizando muchísimo allí. Así, como quieren dedicar los festivales de jazz a Bebo Valdés. Cuando yo leí eso, no podía creerlo. Y que Chucho se preste para eso. No hace ni un año que el viejo se murió. ¿Cómo no se le ocurrió a Chucho hacerlo antes?

P: ¿Su sentido del humor es una coraza?
R: Me sale así, mi mamá tenía un gran sentido del humor. Y mi papá hacía bromas pesadas. Admiro mucho a humoristas como el español Gila, y mi amigo Guillermo Álvarez Guedes, que en paz descanse y que las cosas más graciosas las decía serio. Mi padre fue gran amigo de Leopoldo Fernández "Pototo" o "Tres patines".

Recuerdo que un día mi padre le dijo delante de mí en el Teatro Nacional, "Leopoldo un día tu vas a ser muy famoso en Latinoamérica". Y él le contestó: "Tito, estos chistes y estas cosas son para nosotros los cubanos. ¿Quién va a entender esta cosa que yo hago?".