"Un show de mal gusto". Editorial del Listín Diario.

Listín Diario
Un show de mal gusto

Mostrando unos letreros que rezan “Todos somos Haití”, un grupo de mujeres vociferantes interrumpió ayer el discurso con el que el Presidente de la República dejaba instalada oficialmente la XII Conferencia Regional sobre la Mujer en América Latina y el Caribe.

Un acto irrespetuoso y desconsiderado hacia un mandatario que ha sido más que generoso y compasivo frente al drama en que viven los haitianos, tanto dentro como fuera de su país, y demasiado prudente al reaccionar frente a medidas unilaterales perjudiciales tomadas por Haití en el plano del intercambio comercial.

Pero si irreverente fue la actitud hacia nuestro Presidente, el show de las corifeas devino también en un solemne irrespeto hacia la identidad y la nacionalidad dominicana.

Cómo se atreven a proclamar estas extranjeras, porque no nos cabe que entre ellas hubiesen auténticas dominicanas, que “Todos somos Haití” cuando, en verdad, cada uno de los países que comparten esta misma isla de La Hispaniola, han conservado y defendido a lo largo del tiempo sus propios valores como naciones independientes, porque ni somos mellizos ni gemelos.

Ni jamás podremos ser iguales en nada, como aquellas parecen pretender.

Este ridículo coro ha resultado imprudente en todos los sentidos. No sólo porque la algazara rompió los moldes de una ceremonia oficial de tan alto nivel, sino porque fue provocado para interrumpir y distraer al Presidente por más de cinco minutos con un tema o un asunto que no es el objeto principal de la conferencia internacional, enrostrándole una propaganda que lesiona el orgullo nacional.

Si montaron este show de mal gusto es porque, en el fondo, saben que en esta democracia se tolera de todo y porque, como país, hemos sido el “putching-bag” que soporta en silencio, sin defenderse, las sistemáticas acusaciones y denuncias infundadas que los grupos y organizaciones no gubernamentales que pagan a estas corifeas suelen hacer constantemente frente al tema de los inmigrantes haitianos en el país.

Sólo aquí encuentran cancha libre porque nunca se atreven a hacerlo en aquellas naciones (algunas de ellas representadas en este foro de la Cepal) donde se han endurecido las leyes de migración y se amplían requisitos para que cualquier extranjero, pero más que nada los inmigrantes haitianos, adquieran la residencia o la nacionalidad, y donde no hay miramientos para las deportaciones de ilegales.