"Irrespeto". Editorial de El Nacional.

Irrespeto
El Nacional




Lo menos que debe calificarse el premeditado intento de boicot ayer al discurso del presidente Danilo Medina ante la XXII Conferencia Regional sobre la Mujer, perpetrado por delegadas extranjeras y nativas, es de irrespetuoso, abusivo e inaceptable. Cuando el jefe de Estado se disponía a pronunciar las palabras de clausura de esa reunión, fue interrumpido por bien organizado coro que pronunció consignas contra la sentencia del Tribunal Constitucional que definió el alcance de la nacionalidad dominicana, y exhibió carteles con la inscripción de “Haití somos todas”.

Fue esa una acción repugnante, ofensiva contra gobierno y pueblo de una nación democrática, solidaria, soberana, respetuosa de los derechos humanos, pero decidida a defender su nacionalidad y principio de autodeterminación como niñas de propios ojos.

Esas extranjeras y sus pares dominicanas, con sus ínfulas imperiales no repararon en advertir que ese gesto de descortesía estuvo dirigido contra un mandatario que ha prometido consultar a los demás poderes del Estado a los fines aliviar el impacto que ese fallo de control constitucional tendría sobre hijos e hijas de haitianos indocumentados.

República Dominicana no merece ni acepta la ofensa perpetrada por esas pro cónsules contra el presidente Medina y el gentilicio nacional, porque sus instituciones estatales no tienen nada por qué avergonzarse ante grandes metrópolis que patrocinan ese tipo de agresión contra naciones que rechazan retroceder sus bases jurídicas a la condición de colonias bananeras.

Es menester que el Congreso de la República emita una nota de rechazo y condena al burdo intento de boicotear la participación del presidente Medina en una conferencia internacional de la cual el país fue un anfitrión digno que merece y reclama respeto de los invitados a ese conclave.
A los grupos foráneos y nativos que organizaron ese vulgar acto de desenfreno e irrespeto se les advierte que, aunque esta es una nación solidaria que practica la buena vecindad, en el territorio nacional no cabe la frase de que “Todos somos Haití”, porque para quienes ostentan la nacionalidad de la Patria de Duarte “todos somos dominicanos”.