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24/3/13 Post By: Ramón Pastrano, WebMaster

Milagros Ortiz Bosch: "Peña desmontó un golpe de Estado".

Retratos

ABRAZADA A LA BANDERA DEL PRD, RECONOCE QUE EL PLD HA INICIADO UNA NUEVA ERA DE JUSTICIA SOCIAL
  • Milagros Ortiz Bosch ha sido una fervorosa luchadora por las mejores causas democráticas en la República Dominicana.
Wendy Santana
Santo Domingo
Su pasión, la política; su gran amor, la gente; su lucha, la democracia; su ideal, la libertad; su frustración, el sistema. Un solo esposo y un solo hijo fueron suficientes para verse realizada como mujer, pero seis décadas en el quehacer político no han bastado para que cierre ese capítulo de su vida, que a todas luces se quedó a mitad de camino, a punto de darle al país la primera mujer con pantalones gobernantes.
Una vida entera dedicada a buscar solución a los problemas de su Patria a través del quehacer partidista y las obras sociales que ese oficio le permitía hacer desde las posiciones que se ha ganado con el voto popular, es lo que retrata la vida de doña Milagros Ortiz Bosch.

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Precandidata a la Presidencia de la República, Vicepresidenta electa, senadora, secretaria de Educación, jefa de comandos de campaña, dirigente de base e interlocutora entre sus compañeros de partido para salvar impasses que ponían en juego la democracia y los destinos de la nación, han sido sus grandes desafíos; y sus logros, la democracia participativa.
Los ataques de sus contrarios: mujer alcohólica; preparada, pero no lo suficiente para gobernar a los hombres; internacional, pero no lo necesario para obtener el apoyo externo a la hora de dirigir el país; muchos años en la política, pero no con más capacidad que sus compañeros de partido.
Sus respuestas: “Nunca me he emborrachado; eso es una calumnia porque yo tomo mucho menos que el trago social”. “Quienes dicen que no puedo le temen  a mi capacidad. ¡Claro que estoy preparada para gobernar el país!”. “El amor por la política, el tiempo dedicada a un oficio y la experiencia son determinantes y yo tengo mucho más que eso”.
Sobrina del líder fundador del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), profesor Juan Bosch, compañera inseparable del líder revolucionario José Francisco Peña Gómez, guerrera defensora de su pueblo, tanto dentro como fuera del país, y admirada por líderes internacionales, Ortiz Bosch se coloca hoy en el pedestal de la escuela de la vida democrática.
Sólo tenía cinco años cuando probó un sorbo de vida política. En los rostros de sus padres y de familiares había mucho temor de que el régimen de Trujillo los oprimiera, pero también el coraje de hacer cambiar ese escenario y ahí aprendió que hay que luchar para conseguirlo.
El espíritu emprendedor y de búsqueda del respeto por los derechos inalienables lo consolidó a los 12 años cuando se convirtió en mensajera de su familia, integrándose al movimiento Juventud Democrática, donde, sin plena conciencia de lo que hacían los miembros, admiraba su entusiasmo y valentía.
Según nos contó al abrirnos las puertas de su casa para darnos esta entrevista, el ejemplo de aquellos jóvenes reunidos en silencio para analizar los problemas de su país y crear conciencia de que había que buscar la libertad, nunca se ha borrado en los recuerdos de su mente.
En el grupo, en el que su memoria le permite citar a Mario Sánchez Córdoba, Carlos Lizardo y Rafael (Cucuyo) Mieses Peguero, predominaba la sed del conocimiento, de hacer cultura política a través del intercambio de libros que iban de mano en mano para que la cadena revolucionaria fuera cada vez mayor.
“Yo viví eso y lo viví como un gran misterio. Mi gran proeza en ese ámbito fue cuando Mieses Peguero me pidió que, como yo sabía escribir a maquinilla, le copiara una parte del Canto General de Neruda y que lo leyera todas las noches a escondidas porque era una cuestión pretenciosa, ya que incitaba al pueblo a luchar por los ideales de igualdad social”, recuerda. Un fragmento de la poesía dice:
“En las entrañas de mi patria
entraba la punta asesina
hiriendo las tierras sagradas.
La sangre quemante caía ...
Ö hacía los que iban a nacer”.
“Yo vi también a la población de lo que fue el 14 de Junio. No estuve implicada en su nacimiento, pero sí fui una mensajera para el juicio de Minerva Mirabal porque yo iba todos los jueves a la cárcel de La Victoria a ver a un tío preso, José Bosch Saviñón, el mayor de la familia Bosch, y ella me encomendaba cosas. Todos los antitrujillistas se conocían”.
“Con toda esa clandestinidad uno estaba loco por ser libre. Entonces, cuando llegó el PRD al país se planteó una línea abierta de libertad política. El día siete de junio me involucré. El seis estaba en mi casa la comisión preparatoria y al día siguiente tomé la decisión y allí conocí a Peña Gómez, en 1961, cuando todavía estaban los Trujillo, pero se estaban yendo. Ahí comencé”.
EN DOBLE VÍA
¿Cuál fue su primer acto público

Yo fui parte de la Caravana de la Libertad. Un grupo que andamos todo el país tratando de estabilizarlo, pero no con “borrón y cuenta nueva .
¿Por qué no borrón y cuenta nueva?
Yo nunca oí a Bosch decir “borrón y cuenta nueva”. Borrón y cuenta nueva es lo que sucede cuando una fuerza política no tiene fuerza para vencer la otra; se impone, entonces lo que hay que hacer es tratar de olvidar.
Usted tuvo una buena preparación política. ¿Cómo lo consiguió?
Aquí no sabíamos nada. Sólo que Trujillo había sido malo, que había una fuerza por ahí, que era el comunismo, pero no sabíamos de política. Tuve la oportunidad de ir a Costa Rica y aprender de profesores como Luis Alberto Sánchez, Armando Luna del Campo, Pino Cedano y José (Pepe) Figueres.
Se dice que la CIA financió  esa escuela. ¿Es cierto?
Se dijo ese rumor porque a través del norteamericano Normand Thomas se nos dictó la libertad, pero hemos sido más leales al ideal democrático de nosotros, que los marxistas al marxismo. Ahí estaba Rafaelito Alburquerque, del 14 de Junio. De la Unión Cívica 8; del 1j4 habían 16 ó 17 y unas 8 mujeres. Habían dos extranjeros: Rodrigo Borja y uno de apellido Castillo, de Ecuador.
¿Qué aprendió en ese curso?
Peña Gómez, Rodrigo y yo sacamos la nota más alta, 9.5. De ahí vinimos al país a asumir responsabilidades militantes muy fuertes. Llegamos en la víspera del golpe de Estado a Pedro Rodríguez Echavarría.
¿Cómo fue su vida junto a Bosch?
Parece mentira, pero a lo mejor a Juan Bosch no le gustaría que yo dijera esto. Rodríguez Echavarría le quería entregar el poder a Bosch cuando le dieron el golpe de Estado y me pedía a mí que se lo buscara, pero Juan Bosch decía “Si recibo el poder con un golpe de Estado, en este país nunca habrá democracia”.
¿Qué admira de su tío Bosch?
Juan Bosch enamoraba a la gente con la democracia. El tema principal con el que el aterriza en el país, después del exilio, es con esta frase: “Hay que matar el miedo”.
¿Qué pasó después del 1962?
Me involucro en la campaña presidencial con Juan Bosch, soy su asistente; se crea un mecanismo lindísimo de cartas. Él hablaba todos los días por la radio y terminaba con una frase muy bella: “Nunca es más negra la noche que cuando va a amanecer. El que tropiece y se caiga que adelante el paso”.
¿Cuál fue su mayor aporte al gobierno de Bosch?
Tuve la gloria de ser miembro de la comisión que revisó  el proyecto de la Constitución de 1963. Hay algunas partes que tienen que ver con mi temperamento: acabar con los hijos naturales como concepto. Trabajé eso. También escribí el discurso de toma de posesión de Bosch. Él me lo dictó, pero realmente no trabajé en el gobierno.
¿Por qué?
Él me dijo: “No vas conmigo para el Palacio” y yo pregunté por qué no y me respondió: “Porque eres muy trabajadora, muy activa, y van a decir que soy nepotista y yo que soy antitrujillista no puedo ser nepotista”. Yo tragué en seco y le dije: “Lo comprendo”.
¿Qué significó para usted el golpe de Estado a Juan Bosch?
Lamenté mucho que todo lo que se había conseguido con la nueva Constitución se echara para atrás. A mí me cogieron presa por ser revolucionaria, miembro del PRD.
¿Cuéntenos de su vida en el exilio?
Yo tuve que ir a Caracas, Venezuela, y allí tuve la suerte de hacer contacto con los intelectuales y con el mundo político. A Rafael Caldera y a Carlos Andrés Pérez yo los visitaba. Don Daniel Ortega me llamó y me dijo: Están dando un golpe de Estado en Santo Domingo. Si no entras ahora no podrás entrar nunca.
¿Cuándo tiempo duró en Venezuela?
Yo estuve deportada en Venezuela dos o tres años, pero viajaba todos los meses a Puerto Rico a hacer contactos políticos con gente de Venezuela. Yo tenía impedimento de que me vendieran pasajes para América y me tenía que mover por todas las islas del Caribe. Era agotador eso, pero aproveché ese tiempo para ver toda la gama de cultura.
¿Por qué la deportaron?
¡Oh..! Por ser sobrina de Bosch o ser del PRD. Bueno, yo tuve el coraje de entrar al Palacio Nacional a sacar un documento que me había pedido Bosch. Los militares golpistas entienden que necesitan un pasaporte de Juan Bosch y me caen atrás. Me buscaban a mí y a Jacobo Majluta para preguntarnos, primero que dónde estaba el dinero  (de una supuesta venta) del hotel El Embajador, y que dónde estaba el pasaporte, para deportar a Bosch, tras su golpe de Estado.
¿No le hicieron presión psicológica para que lo entregue?
Mira yo no soy fácil para coger presiones. El que tiene una causa y la ve crecer, la ve desarrollar, ve la gente responderÖ. No es verdad que no se tiene miedo. Pero se sigue adelante.
¿Dónde vivía, en Caracas?
Vivía en una casa, casada con mi esposo. Había muchos exiliados.
¿Su esposo era político?
Sí, más que yo. Era un argentino, Joaquín Basanta. Él se enamoró primero de Juan Bosch, de la República Dominicana, del momento histórico que estaba viviendo nuestro país.
¿Qué participación tuvo aquí?
Él tenía una participación muy cercana a Peña Gómez. Participó con Peña en la Tribuna Democrática, lo ayudaba mucho en eso. Era una gente con la que Juan Bosch discutía mucho asuntos.
¿Cuánto duraron casados?
Trece años, muy enamorada y de ahí provienen mi pelo blanco (sonríe a carcajadas). Déjame contarte. Él me llevaba 20 años de edad. Yo tenía miedo de que le preocupara que yo, como andaba todos los días en reuniones políticas, me fuera a enamorar y para que no le preocupara eso me dejé todo el pelo blanco. Yo sólo tenía 31 años.
¿La marcó ese hombre?
No. Yo me enamoré de mi libertad. Los hombres tienen que descubrir que hay actividades creadoras que dan independencia del carácter, plenitud de vida. Ese amor de la gente conmigo y yo con la genteÖ Balaguer dijo una frase, que él se levantaba por el lado que quería. Mira, la vida mía, la vida tan hermosa que tuve fue cuando me quedé sola. Peña Gómez me decía, Milagros, nos vamos mañana para Francia y yo no tenía que pedirle permiso a nadie.
“El error mío fue apoyar a Hipólito en el momento de la reelección”
“Desde la oposición la política tiene sus propias claves”. Así lo entiende Milagros Ortiz Bosch, para quien el mejor momento de demostrar que trabajas y que eres un verdadero líder es cuando aparentemente no tienes el apoyo de tu gobierno y logras dar frutos en favor de tu país.
Al analizar hasta qué punto es razonable la posición de los políticos cuando están del lado contrario al Poder, dice que son muchas exigencias que se hacen y que las acciones que se tomen van a depender de la razón que se tiene para ejercer el poder.
“Mira, a veces en la oposición se consigue el cambio trascendente. La oposición debe ser constructiva y debe conseguir negociar e impulsar cambios. Yo, por ejemplo, estando en la oposición, en el primer gobierno de Leonel Fernández (2004-2008), logré ser parte del Consejo Nacional de la Magistratura y yo siento que me porte bien en esa reforma”.
También cita que siendo senadora por el Distrito Nacional, perredeísta, principal partido opositor del Gobierno, pudo consensuar la reforma de las mujeres. “Nunca se ha hecho una reforma tan importante como la de 1997, desde la número 2497 hasta la Ley de Reforma Agraria, que le daba el derecho a las mujeres a la propiedad de la tierra, que por no ser casada la casaban al otro día del inmueble”, refiere con orgullo.
Igualmente cita que consiguió fondos en el Proyecto de Reforma del Congreso Nacional, con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y que lo hizo con un objetivo y una metodología: midiendo fuerzas. A su entender, el que está al otro lado tiene que saber ceder en lo que tiene que ceder y medir la fuerza. Tiene que saber lo que tiene y lo que no tiene.
Inclusive, agrega, en el poder, sentada en la Secretaría de Educación, hizo cosas que nadie le pidió, como autorizar que a los niños se inscribieran en las escuelas sin actas de nacimiento, que era un problema nacional, no de Haití, porque sólo de Constanza y Jarabacoa había 10 mil niños sin actas de nacimiento.
Otro triunfo de la oposición fue que logramos que en el área de Educación se aplicara el sistema de transparencia, cuando todavía no estaba aprobada la Ley de Libre Acceso a la Información Pública y ninguna de las medidas que hay hoy, como la rendición de cuentas, precisa.
“Yo pienso que no es difícil ni fácil trabajar desde la oposición. Si usted quiere conseguir un propósito y está dispuesto a ceder, a transarse por lo que entiende que es importante para el país, lo logra”.
Al preguntarle cómo se las arregló para lograr sus metas sin que su partido pensara que estaba ayudando al Gobierno o que la gente imaginara que se había dejado “comprar”, explica que el que está en el poder llega a negociar con el que está del otro lado si le conviene y le da la gana, y eso siempre pasa y lo saben todos los políticos.
Por ejemplo, cita que Juan Bosch no habló con los trujillistas ni firmó un pacto para que votaran por él; ni obligo a los catorcistas a apoyarlo para subir al poder, sino que se logró una alianza. “Lo que pasa es que ahora se está gobernando con mucha prepotencia y por eso la oposición no consigue más cosas en favor del país.
“Ahora ñaclara- yo no te puedo decir que Danilo Medina está actuando igual que Leonel Fernández. Él está implementando un estilo diferente. Él tendrá algún fin. Él sabrá a dónde llevará eso”.
Continuando con su análisis, entiende que el problema de la oposición y el Gobierno es el sentido de gobernabilidad y compromiso social y que de ambos lados siempre hay disposición de trabajar conjuntamente en determinados momentos, siempre que la causa sea justa y necesaria.
 SUS OBRAS
Vicepresidenta (2000-2004)

Durante la salida del país de Hipólito Mejía, Milagros Ortiz Bosch actuó como Presidenta en 42 ocasiones y le tocó enfrentar el terremoto de Puerto Plata, la decisión de soltar la presa de Tavera para evitar inundaciones, someter a la justicia a legisladores identificados como corruptos y resolver la crisis del petróleo con Venezuela.
Senadora del D.N. (1994-1998 y 1998-2000)
Forjadora de la Ley General de Educación, Reforma a la Ley Contra la Violencia Intrafamiliar y Ley de Independencia Presupuestaria del Poder Judicial. Impulsadora de la Ley de Partidos que concede a la mujer una cuota de participación en las actividades políticas de un 50%; motor de la Ley 2497, creadora de la visión de que la mujer campesina tuviera derecho a la propiedad de la tierra en la reforma agraria.
Secretaria de Educación (2000-2004)
Firmó los contratos de préstamos con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para establecer los Programas Multifases para la Educación Básica y Media. Propició el Plan Estratégico de Desarrollo de la Educación para el período 2003-2012, y puso en funcionamiento las Juntas Descentralizadas de Educación a fin de que éstas se encargaran del mantenimiento de las escuelas. Bajo su gestión se realizó el primer censo nacional de infraestructura escolar.
Transparencia
Dentro de sus mayores aportes se encuentran el establecimiento del software Transparencia, que le permitió a los dominicanos y extranjeros conocer mediante la internet las acciones de la Secretaría de Educación en materia financiera, incluyendo la nómina pública, las compras, licitaciones, entre otras.
Justicia
En las diferentes ocasiones en que ocupó la presidencia interina, tuvo que tomar decisiones de transcendencia como lo fue la destitución del entonces director del Bienes Nacionales, Víctor Tió, acusado de corrupción; el encarcelamiento del cónsul dominicano en Cabo Haitiano y mediar en el Instituto Agrario Dominicano ante el secuestro temporal de uno de sus ejecutivos.
Misión cultural
Rescate del Carnaval Dominicano junto a Dagoberto Tejada y como directora de Promoción Cultural y Relaciones Públicas de la Universidad Autónoma elevó el nivel de los estudiantes de la academia.
PASANDO BALANCE
Con alrededor de 60 años consagrada a la política, Milagros Ortiz Bosch pasa balance a lo que se ha conseguido con la democracia y lo que hace falta, señala las debilidades y las fortalezas: “A los dos partidos creados por el profesor Juan Bosch les faltó coraje para luchar contra la corrupción. Yo diría que uno más que otro, porque hubo uno, el otro en el que no estoy, que se aferró mucho a la idea de Balaguer de crear una cantidad de millonarios para erradicar la pobreza y hubo un uso excesivo de la democracia”. Después de eso, agrega, están los bajos índices en la educación. Eso es lamentable, a su entender: Hay más escuela, más niños inscritos, pero mucho menos calidad y se pregunta que si se ha hecho lo suficiente y piensa que faltó luchar por la independencia financiera de los proyectos de educación.
Respecto al Poder Judicial dice que se ha logrado mucho, su independencia y descentralización, porque antes había una concentración absoluta, pero que hace alta su autonomía económica. En cuanto a la pobreza, señala que hay muchos excluidos y que hay excluidos en la población juvenil, en los niños, en las mujeres, en los discapacitados y en los hombres que viven en estado de vulnerabilidad.
Para la dirigente política, líder femenina en el PRD, la droga le ha tumbado el pulso a las autoridades; se tiene un gran compromiso con la seguridad ciudadana; hay muchos hospitales, carreteras y obras viales y ya no hay casas de yagua, pero la pobreza no se acaba.
LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA
Si la hubiese alcanzado

“No estoy en campaña, que quede claro, pero ya que me preguntas, yo hubiese hecho un gobierno socialdemócrata. No hubiese sido como el PRD no, hubiese sido más profundo, como el que hubiese hecho peña Gómez. Él tenía un compromiso con las masas y mucha cultura política e histórica; tenía compromisos internacionales y yo le seguía los pasos. Él era quien más aportaba a mi convención”.
VALORACIÓN
Tres grandes líderes: Peña Gómez, Bosch y Balaguer

“Joaquín Balaguer conocía todos nuestros defectos y los manejaba magistralmente; Juan Bosch buscaba nuestras virtudes y,  a veces, no sabía aprovecharlas. José Francisco Peña Gómez era difícil. Era un líder de masas extraordinario. Era un hombre bueno, que la vida le quitó las garras necesarias para quedarse en el poder en el momento más inesperado”.
LA DERROTA
¿Qué significó para Peña?

En el 1994, cuando Joaquín Balaguer se proclama ganador de las elecciones, Peña no se resignó. Él iba a seguir luchando. Lo que pasó fue que le dio cáncer. Fíjate que yo soy la que descubre el problema del fraude que estaba en el Distrito. Peña tenía el apoyo del mundo para consagrar esa victoria y es duro lo que yo voy a contar ahora, pero había un movimiento de todo tipo  alrededor de la toma del poder porque se sabía que Peña Gómez ya no podría seguir”.
EL PODER
Tomado por la fuerza

“Cuando Balaguer hace el cambalache, Peña Gómez se reunió con los militares y yo tuve el honor de estar ahí. Estaba Hipólito, que era contacto con ellos. A mí me llevaban a algunas reuniones conspirativas para consagrar y defender la democracia, no para quitarle el pode a nadie. Cuando Peña se reúne con ellos no acoge su propuesta de derribar a Balaguer. No era un golpe de Estado, sino imponer los resultados electorales, pero Peña se volteó para donde nosotros y dijo: Desmonten todo eso. El país no resiste una semana, 10 días de noticias de explosiones, aunque sean chiquitas, porque el país vive del turismo y de la zona franca y no seré yo el que le vaya a hacer daño. Llámenme al embajador de Canadá que voy a negociar con Balaguer”.
RESENTIMIENTO
Entre Bosch y Milagros

“Cuando Juan Bosch se va del PRD yo estoy en Nueva York, pero cuando fundan el PLD yo vine y le hice el sistema de comunicación y el sistema de medición del desarrollo de la democracia. Al PLD lo hice yo, pero cuando en el 78 ó 79 vi que no se quería trabajar bajo la unidad de criterios, pensé que la democracia ahí no iba a encontrar salida y le explique a don Juan que yo me retiraba del PLD. Volví al PRD en el 1984, pero siempre junto a Peña Gómez. No hubo rencores en la familia. Entre Bosch y yo hubo distancia, pero yo estaba feliz por haber tomado esa decisión y él lo respetó”.
PRECANDIDADURA
Búsqueda de la Presidencia

“Yo fui la primera sorprendida al enterarme de la popularidad que tenía en el pueblo dominicano. Peña Gómez había hecho unas encuestas y yo estaba entre los dirigentes más aceptados. Por eso me propusieron para diferentes cargos. Fui candidata a diputada, pero me hicieron renunciar para que fuera senadora con tal de que mi partido obtuviera siete diputados y así ocurrió. Internamente en mi partido le he ganado batallas a Pedro Franco Badía, Héctor Aristy, José Antonio Najri, Enmanuel Esquea Guerrero, y de  ahí fue creciendo la idea de que pudiera ser candidata a la presidencia”.
LOS ERRORES
Amarres con Hipólito

Mi popularidad fue creciendo y existían todas las posibilidades, según las encuestas, de que yo fuera candidata a la Presidencia, pero Peña Gómez estaba convencido de que Hipólito debía ser el candidato y me pidió que me postulara a la precandidatura para estar presente, pero que ayudara a negociar con Hatuey Decamps y Rafael Suberví, porque en ese momento las encuestas indicaban que yo era quien le sumaba a Hipólito los votos que le harían falta para ganar las elecciones en el 2000. Unos me dijeron que me retirara y otros que no, que me quedara porque después del 50%, hasta un 1% era valioso y yo le aportaba un 5%. El error mío fue apoyar a Hipólito en el momento de la reelección.

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