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26/2/13 Post By: Ramón Pastrano, WebMaster

Ellis Pérez, “Mi buen nombre es mi mayor fortuna”.

Ellis expresa que no pudo terminar sus
estudios por dedicarse a la radiodifusión
a tiempo completo. (Kelvin Mota)
Recibir del entonces presidente Leonel Fernández la Orden al Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, ha sido motivo de gran satisfacción para este santiaguero

Por Mayra J.Contreras - El Caribe

Ellis, como todos llaman de cariño a Eliseo Antonio Pérez García, es uno de los propulsores de la radiodifusión dominicana. A temprana edad, él entendió que el mundo de la comunicación sería su principal norte, profesión que a lo largo de su vida ha sabido combinar con el magisterio, la maestría de ceremonia, la animación, el turismo y otras múltiples funciones públicas y privadas que ha ocupado.

Al hacer referencia a los tiempos difíciles por los que tuvo que pasar durante los años de su infancia, manifiesta: “Pienso que Dios ha sido muy bueno conmigo porque me ha orientado adecuadamente, ya que la inestabilidad de mi niñez pudo haberme llevado por otros rumbos”.

Otra de las facetas que también hicieron famoso a Ellis fue su participación en la producción y presentación de innovadores programas de televisión, como “Los recién casados” y “Hoy mismo”.

1. Mi niñez
Nací en 1936, en la calle 16 de Agosto de Santiago de los Caballeros, debajo de la avenida que llegaba al puente viejo de esta ciudad. Aquí inicia Nibaje. De las anécdotas que más recuerdo de aquellos años de mi niñez es que en una ocasión venía caminando en el borde de la acera y me caí, me trastoqué una costilla y no me la pusieron en su sitio, de alguna manera se soldó mal. Gracias a Dios nunca me ha causado problemas, no me ha dolido ni interferido en mi diario vivir. Siempre recuerdo ese huesito que me sobresalía un poco del pecho.

2. Un castigo

Mi madre enfermó y yo estaba viviendo con mi padre. Dormíamos juntos en la misma cama, yo comencé a hacerme pipí mientras dormía, lógicamente esto era incómodo para papá tener que levantarse todo mojado. Él me amonestó y me dijo que si volvía a orinarme me daría una pela, le dije que fue sin querer, que trataría de no volver hacerlo. Aunque traté esas son cosas que no están bajo tu control, y a pesar del gran temor a mi padre volví y me oriné , y me dió la pela que me prometió. Fue la única que he recibido en mi vida, nunca se me olvidará, pero no volví a orinarme jamás.

3. Mis padres
Mi madre, María Trinidad García Tavárez, enfermó siendo muy joven, perdió la razón y falleció cuando yo apenas tenía siete años, la recuerdo muy poco. Mi padre, Eliseo Desiderio Pérez Arias, luego de la muerte de mamá, se trasladó de Santiago hacia la capital, donde volvió a casarse con Esperanza Cruz Sánchez, ella fue como una madre para mí; desde el primer día que la conocí hasta el momento de su muerte la llamé mamá, me quiso mucho. Yo fui medio adoptado desde los siete a los nueve años por la familia Pichardo, que vivían en La Barranca, encima del río Yaqué. Habían unas señoras bastante mayores todas; estaban mamá Chicha, Lucila y mamá Nana, que era la que me cuidaba y me bañaba bien todos los sábados. A los nueve años mi padre le pidió a mi tío Fenelón Pérez que me rescatara y que me llevara al seno familiar y pasé un año con él. A los diez años papá me mandó a buscar y me trajo hacia la capital.

4. Mis hermanos
Fuimos nueve en total, mi padre tuvo un primer hijo que se llama Eliseo Pérez Arias, actualmente reside en New York. Luego, él se casó con mi madre con quien procreó cuatro hijos; primero nací yo, luego vino Gladys, que murió bebé, la tercera fue Mireya, y el cuarto Modesto, que también murió hace unos cinco o seis años. Era un hermano muy querido por mí. Papá también tuvo cuatro hijos con Esperanza Cruz.

5. Mi primer empleo

En 1953, con apenas 17 años, me inicié en la radiodifusión, en la emisora HIZ, con la transmisión en inglés del “Hit Parade”, los domingos a la 12:00 meridiano. Era una selección de las canciones más populares de la semana en los Estados Unidos, marcando así el comienzo de la revolución musical juvenil de la época en el país. Toda mi preparación en el mundo de la radio se la debo al locutor Alfonso Martínez, gracias a él también comencé a hacer un programa que la emisora ya tenía, que se llamaba “Melodías de Broadway”. Además, había contestado un anuncio que salió en ElCaribe de una agencia de viaje que solicitaba a un joven que supiera inglés para trabajar de asistente de los organizadores de paseos para turistas y me dieron el empleo. Luego hice contacto con las personas que vinieron a tomar las riendas del hotel El Embajador, que en ese entonces se estaba construyendo. Con el grupo vino un señor llamado Donald Bryan, que era el encargado de manejar todo lo que tenía que ver con música y espectáculo. Como él tenía que estar yendo y viniendo decidió que necesitaba un asistente dominicano que conociera el medio, y es así como les dice a los dueños de la agencia donde yo trabajaba que si conocían a alguien y le dijeron que ellos tenían un jovencito que sabía inglés y trabaja en la radio, que estaba ligado a ese mundo, él pidió conocerme y me contrata como su asistente.

6. Maestro de ceremonia

El 11 de enero de 1956 se abrió el Embassy Club del hotel El Embajador y le planteé al señor Bryan, con quien trabaja como su asistente, que debía buscarse un maestro de ceremonias, para que hiciera la presentación de los artistas que allí se presentarían y le dije que si él creía que con mi experiencia yo podía realizar el trabajo, y me dijo que sí. Fui el primer presentador del hotel El Embajador y también de todos los demás establecimientos hoteleros que pertenecían al grupo, como fue el hotel Jaragua y el Hispaniola. Al tiempo, Bryan no pudo continuar con sus funciones de director de espectáculos, y me nombraron a mí en su lugar. Gilberto Rivera Torres, era un puertorriqueño que vivía en el país, era el administrador del cine Max, que estaba ubicado en la avenida Duarte, él formó una agencia de contratar artistas, me había visto en el Embassy y conocía mi desempeño, entonces me contrató como su presentador, allí presenté a grandes cantantes de la época. Fue una experiencia que duró dos o tres año.

7. Llegó el amor
Conocí a Francia, mi hoy esposa, mientras trabaja de bailarina en un grupo de baile que había creado Casandra Damirón para presentarse en el Embassy Club. Ella tenía la referencia de que yo era un “picaflor,” pero desde que la conocí entendí que ella sería la mujer de mi vida. A los seis meses de iniciar un noviazgo nos casamos, fue el 30 de octubre de 1966. Soy un hombre muy afortunado, creo que mejor pareja Dios no podía haberme mandado.

8. Ser padre

En 1966, mi esposa Francia esperaba nuestro primer hijo, Ellis Junior. El doctor nos había dicho que el niño nacería en una fecha y salí hacia los Estados Unidos a una trasmisión en vivo que se hacía de las Grandes Ligas en mi emisora Radio Universal. El parto se adelantó, y cuando me enteré me dio mucha tristeza, por no haber estado en el nacimiento de mi primer hijo. Luego, tuvimos a Carlos Antonio, y ya en el último intento nació la tan deseada niña que bautizamos con el nombre de Alín.

9. Grandes amigos
Recuerdo con cariño a Miguel Victoria, aquel que me propuso que aprendiera inglés, experiencia que cambió mi vida; a Manuel Sánchez Batista, también de la misma época. Le tuve un gran apreco a Aliro Paulino, y un amigo que ha sido incondicional es el doctor Freddy Reyes, siempre compartimos en familia. Hay muchas personas que me muestran aprecio, no sé si llamarlos amigos o no.

10. Ser abuelo
Tengo cuatro hermosos nietos, a los que adoro. Esta es una etapa diferente a la de ser padre. Normalmente no tenemos que cuidarlos, darles pela, estar encima de ellos, darles castigos por las cosas malas que hagan si fuera el caso; no tienes que llevarlos a la escuela, ni otras cosas más que son obligación de los padres. Para los abuelos los nietos están para disfrutarlos, regularmente ellos vienen a la casa de visita, eso es lo que marca la diferencia.

Ser maestro en el Luis M. Rivera
Me enteré que en el colegio Luis Muñoz Rivera estaban solicitando un profesor de inglés, y al ver que yo reunía las condiciones fui a entrevistarme con la directora de ese entonces, Mrs. Rodríguez. Ella me dijo que al igual que los demás solicitantes para el puesto debía tomar una prueba escrita donde explicara mis razones por las que yo pensaba que era el candidato idóneo. Me dijeron que no llamara que ellos me avisarían si me seleccionaban, al ver que pasaron varias semanas, decidí llamar yo, y en efecto me dijeron que fuera. Al llegar me dijeron que no debí llamar, pero que había sido aprobada mi solicitud. Cuando me explicaron el porque fui seleccionado, me dijeron que fui el único en exponer mis planes de trabajo en beneficio de los estudiantes.

Director de Cine
Ocupar este puesto me ha dado la oportunidad de ayudar a los jóvenes cineastas y actores a desarrollarse y darlos a conocer aquí fuera del país”.

Perder un ser querido
La muerte de mis padres me causó mucha tristeza. Aunque no estuvieron conmigo como hubiese querido, encontré en mi camino personas que me quisieron mucho”.

Mi negocio propio
Renuncié a mi trabajo en el barco Evangeline para dedicarme a mi emisora Radio Universal, destacada por transmitir las Grandes Ligas”.

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