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8/9/11 Post By: Ramón Pastrano, WebMaster

Kaki Vargas está aquí de nuevo.

José Nova - El Caribe
Kaki Vargas no ha tenido en la música la misma fortuna que su hermano Sergio, “El Negrito de Villa”.  Le ha costado más lograr despegar definitivamente en esta difícil industria en la que el merenguero ha estado en un constante ir y venir.
Primero, fue el sustituto de Sergio cuando su hermano dejó la orquesta “Los Hijos del Rey”, y luego lo volvió a reemplazar cuando el intérprete de “La quiero a morir” abandonó la agrupación del maestro Dioni Fernández a finales de 1986.
Para esa misma época, surge una vacante en la orquesta de “El Negrito de Villa”, en la que duró nueve años. Durante este tiempo hizo tres producciones que destacaron éxitos como “Los mosquitos puyan” (1988), una composición de Luis Días, con arreglos de Juan Valdez; y más tarde grabó “La inflación”. Hasta que decidió emprender un vuelo en solitario, que más tarde lo obligó a retirarse de los escenarios por unos 11 años.
Ahora, el cantante lo intenta de nuevo, con un álbum debajo de las mangas, Kaki Vargas: estoy aquí, que marca el relanzamiento de su carrera, ahora experimentando con la bachata.
“En este momento, cuando hay un hueco me convierto en café para colarme y con la gracia de Dios voy a presentar mi propuesta… no quiero nada regalado, quiero que el pueblo me considere”, expresó Kaki durante un encuentro que reunió a familiares, amigos y periodistas en La Cantina del Agave, de la Zona Colonial.
“Cuando el camino se pone duro, los duros tenemos que ponernos en el camino. El camino siempre ha sido difícil... cuento con ustedes [la prensa] para este reto que he asumido. No puedo tener temor porque soy un hombre de Dios”, agregó ante la ausencia de su hermano Sergio. “Tengan la certeza que si él no está aquí es por sus compromisos”, argumentó Kaki.
Afirma que su retiro de los escenarios no fue radical porque siempre se mantuvo cantando en fiestas de amigos y de hermanos, en la fundación “Jóvenes sin Fronteras”, de la que es vice-presidente.

Bachata y merengue
Su disco es una mezcla de bachata y merengue, entre las que destacan algunas versiones como “Ódiame” (Rafael Otero), “Historia de un amor” (Carlos Eleta Almarán), “Tengo un nuevo amor”, “Qué será de ti” (el clásico de Roberto Carlos), “La Gitana” (Nelson Ned) y “Reloj”; y las composiciones de Kaki “Mi mujer (El gas), “Señor aquí estoy” (donde deja al descubierto su creencia cristiana) y “Guitarrita”. “Hay de todo en este álbum, porque creo que uno no debe tener fronteras, hay que seguir hacia delante”, afirmó antes de ofrecer un breve concierto junto a su excelente orquesta.

En busca del respaldo
“Soy un artista que tengo la suerte de que mis admiradores nunca se apartaron de mí, ellos son los culpables de que esté hoy aquí, porque me vivían ‘puyando’ para que regresara a los escenarios”, manifestó el intérprete de “Los mosquitos puyan”, quizás su merengue más popular.
Uno de los elementos que resaltaron en su presentación en La Cantina del Agave, fue el excelente sonido de su orquesta. Sin duda, con este disco y con varios cortes que no están incluidos en el CD -entre ellos su pegajoso “El bochinche”- Kaki tiene la oportunidad de intentarlo nuevamente.

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