¿Eres bipolar?

Ivelisse Santos - El Caribe
Cada  persona tiene altibajos en el ánimo como la felicidad, la tristeza y la ira; emociones normales y una parte esencial de la vida diaria.
En contraste, el disturbio bipolar es una condición médica en la cual la gente tiene unos altibajos fuera de proporción, o totalmente sin relación con los eventos de la vida.
Estos cambios afectan los pensamientos, los sentimientos, la salud física, el comportamiento y el funcionamiento orgánico. El disturbio bipolar no es culpa del paciente, ni es el resultado de una personalidad "débil" ó inestable. Se trata de un problema del sistema nervioso que afecta las sustancias especializadas del cerebro, reguladoras del estado de ánimo.
Quienes lo sufren pasan alternativamente de la euforia a la depresión, proceso que puede ocurrir en cuestión de horas, días, semanas, meses o años.
El trastorno bipolar es, junto con la depresión, una de las 10 enfermedades más incapacitantes, según la OMS.
Con más prevalencia que la esquizofrenia, es además una de las patologías con mayor impacto social. Esta organización sostiene que este trastorno es la sexta enfermedad más discapacitante entre los 15 y los 55 años y, junto con la depresión, una de las patologías crónicas que más afectan a la calidad de vida. Se calcula que aqueja al 1,2% de la población mundial.

Durante el proceso del disturbio bipolar, cuatro diferentes tipos de episodios de ánimo pueden ocurrir, como la manía que frecuentemente comienza con un sentido agradable de energía mejorada, creatividad y la facilidad social-sentimientos que pueden rápidamente escalar fuera de control en un episodio maníaco. La gente con manía típicamente carecen de comprensión, niegan que las cosas andan mal y culpan a cualquier persona que le señale su problema.

Otro episodio de la bipolaridad es  la hipomanía, una forma más moderada de la manía con síntomas similares, pero menos severos, y el deterioro es menos también. La depresión  es uno de los tipos más severos. El paciente manifiesta sentimiento triste, decaído, melancólico o pierde interés en las cosas que uno disfruta normalmente.

El cuarto tipo es el episodio mixto. Quizás los episodios más debilitantes son aquellos que involucran al mismo tiempo síntomas tanto como de manía como de depresión, o frecuentemente se alternan durante el día. El paciente se siente excitado o agitado como en la manía pero también se siente irritable y deprimido, en lugar de sentirse como si pudiera conquistar el mundo.

Este trauma se trata con medicamentos específicos que ayudan a la mayoría de la gente que lo padece.
Precedentes
La enfermedad tiene Tratamiento

Los dos tipos más importantes de medicamentos usados para controlar los síntomas del disturbio bipolar son estabilizadores de ánimo y antidepresivos.

Su doctor puede también prescribir otros medicamentos para ayudar con el insomnio, la ansiedad, la inquietud o los síntomas psicóticos.

La psicoterapia puede jugar un papel importante en la reducción de las tensiones que pueden ocasionar episodios maníacos y depresivos.

La psicoterapia es de mucho más gran ayuda para la depresión que para la manía, ya que los pacientes, en una etapa maníaca tienen dificultad para retener lo aprendido.
Famosos con esta condición

Muchos  famosos, que delante de los reflectores pueden interpretar un personaje, a veces en su vida personal sufren de severos desórdenes mentales.  Ben Stiller es uno de los cómicos más aclamados de la actualidad, pero pocos saben que este actor tiene que estar medicado diariamente, ya que sufre de trastorno bipolar.

Daniel Radcliffe, de Harry  Potter y Liz Taylor también padecen este trastorno. Jim Carrey sufre de extraños cambios de humor debido a que padece de bipolaridad.
Bipolares de la historia

El desorden bipolar ha dejado su marca en la historia. Mucha gente famosa y realizada tenía síntomas de bipolaridad, incluyendo a Tolstoy, Virginia Woolf, Hemingway, Abraham Lincoln, Winston Churchill, Theodore,  además de Roosevelt Goethe Van Gogh, Miguel Ángel Davinci y Ted Turner, creador de la CNN.

Las biografías de Beethoven, Neutonio, y de Dickens, particularmente, revelan las oscilaciones recurrentes severas y debilitantes del humor que comienzan en la etapa temprana de la niñez.